El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Su mensaje no puede ser más claro: solo por el evangelio podemos empezar a ser cristianos. ¡Y seguir siéndolo!
Era un hombre lleno de gracia. Le costaba vivir en el actual escenario de la sociedad americana, tan polarizado en el norte y el sur, pero también en un mundillo evangélico cada vez más politizado.
Lizardi enfrenta la intolerancia religiosa en el terreno de las ideas, pero también deja constancia de que en el México posterior a la Independencia de España se logran colar unos pocos protestantes.
Su lectura es tan molesta e inquietante para el optimismo humanista contemporáneo que puede ser tan dolorosa como un puñetazo en el estómago. Desvela nuestro oscuro corazón.
En la conclusión del evangelio descubrimos que la historia no se acaba. Diversos artistas se han unido a la encomienda de llevar el mensaje de Jesús por todo el mundo.
Lizardi fue observador agudo de los acontecimientos y transformaciones de la vida de la capital mexicana, donde nació y murió.
Ordine incide en la importancia de adquirir educación y saber como un fin en sí mismo y no tan solo como un modo de enriquecerse materialmente.
Dios no es una fuerza anónima, sino una persona que lleva a cabo sus planes según su voluntad.
La educación no es un compartimento más en nuestro fragmentado modo de vida, sino que sigue siendo un desafío para todos aquellos que creemos que el conocimiento de los hechos se relaciona con el sentido de la vida del hombre y el mundo.
La buena noticia de que hay vida después de la muerte se fundamenta en Jesús. El relato que seguimos hoy ha inspirado a diversos artistas nacionales e internacionales.
Toda su obra es una búsqueda de redención. Por eso, dice el músico, “he intentado leer la Biblia un tiempo”.
Un avivamiento no se hace, sino se produce por intervención divina. Cada avivamiento en la historia parece ser el resultado de unos pocos que tienen hambre y sed de Dios.
Pocos cineastas como él han plasmado la soledad del ser humano, que hace vagar a sus personajes en busca de la redención de un padre ausente.
La sombra de la cruz se extiende sobre todas las historias de redención, aunque sus autores no comprendan el sentido único de su sacrificio.
La justicia que conocemos en este mundo es distorsionada, a veces, una parodia de la verdadera. Pilato se ha convertido en un símbolo de esa injusticia.
Más allá de las ideologías y los credos, están las personas. Y cuando se produce una química tan extraña como la que hubo entre Paisley y McGuinness, surge el entendimiento e incluso la complicidad.
En las próximas semanas quiero aportar mi grano de arena para facilitar una sencilla “teología del avivamiento”.
Se pueden decir de él muchas cosas, pero si hay algo que caracteriza su trayectoria, es su preocupación espiritual, algo tristemente ausente en la mayor parte de la literatura española actual.
Cuando entramos en terreno sagrado, quisiéramos descalzarnos y andar con precaución. Eso ocurre en el huerto de Getsemaní, donde descubrimos algo del misterio en la relación entre Dios el Padre y Jesucristo.
Este es el mensaje que hemos de celebrar en estas fechas: la alegría de saber que el poder del sepulcro ha sido derrotado por el Señor de la Vida.
Para los que crecimos durante la guerra del Vietnam, sus imágenes nos evocan el horror. Si has conocido a veteranos de Nam, habrás observado que son particularmente reticentes a hablar sobre el tema.
Somos capaces de destruir aquello que más amamos y es más importante para nuestra vida. En la negación de Pedro podemos encontrar las contradicciones que todos enfrentamos.
No nos resignemos. No vamos a dejar este mundo en manos de los servidores del mal.
Es curiosa la fascinación que tiene por la figura de Jesús. “Jesús te ama más de lo que nunca sabrás”, dice a Mrs. Robinson.
En Jerusalén se hacen planes para acabar con Jesús. Judas aparece como una figura clave en la entrega de Jesús a las autoridades, una traición cuyos ecos llegan a la cultura contemporánea.
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