El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Dios nos enseña que pocas cosas hay más espirituales que ayudar a los que lo necesitan; que el ayuno que él espera de nosotros es que demos de comer al hambriento. Así de sencillo.
La integridad es asunto muy difícil porque no estamos hablando solo de nuestra vida financiera, social o familiar, sino que también incluye todo lo espiritual.
La historia no la escriben los grandes ejércitos sino las personas dispuestas a honrar a Dios en los momentos difíciles.
Poema de una creyente que ya está con el Señor, traducido al castellano por Leopoldo L. Samprón.
¡El alma del protestantismo español tampoco ha sido vencida, a pesar de contrarreformas, inquisiciones, persecuciones, intolerancias y desprecios!
Dios quiere ver a sus hijos jugando, escuchar cómo sale de ellos una voz de alegría porque se están divirtiendo.
Merece más la pena construir que destruir: ora, pide sabiduría, busca a gente dispuesta, y trabaja en equipo.
Sólo el que arriesga su vida la gana. El que no, la está perdiendo en cada momento.
El pueblo que regresó del cautiverio se dedicaba a estudiar, practicar y enseñar la Palabra, en ese orden.
De vez en cuando deberíamos comprender que Dios usa a personas sencillas que saben que todo depende de Él, y viven dependiendo de Él en todas las circunstancias y en todas las ocasiones.
Cuando solo seguimos a personas, corremos el riesgo de caer en mecanismos sectarios e idolatría. Este libro nos enseña a buscar a Dios.
Necesitamos volver a lo importante. Recordar lo que merece la pena: hay que pararse y buscar los caminos que nos dan la vida y volver a andar en ellos.
¿Qué aprendemos de las genealogías de la Biblia? Entre otras cosas, que Dios cuida los detalles.
Necesitamos dedicar tiempo a los que no lo comprenden todo, a los que dudan, a los que están sufriendo. Si nuestro Pastor salió a buscar a una oveja que se perdió, nosotros también debemos hacerlo.
No importa lo que los demás digan. Tenemos que seguir adelante.
Muchos líderes tomaron malas decisiones por dar la espalda a Dios. Él envió a profetas para que abriesen los ojos.
¡La Biblia dice que cuando el Señor Jesús vuelva, los jóvenes volverán a jugar!
A veces la sabiduría puede ser usada para cosas que no son buenas.
Muchas veces no tenemos descanso en nuestra vida porque no estamos haciendo nada que merezca la pena.
La historia de David nos recuerda la importancia de vivir en la presencia del Señor y compartir esa vivencia con los que nos rodean.
Aquel lugar sólo tenía dos tipos de personas: los que derrochaban maldad, y los que sufrían.
Este libro nos enseña a pensar más en los demás y no tanto en nuestro provecho personal.
A algunos, ser leal a Dios les cuesta la vida. Hay lugares ahora mismo donde matan a los cristianos simplemente por serlo. ¿Estamos dispuestos a vivir con ese riesgo?
Esta es una historia de fidelidad, ayuda mutua y decisiones correctas.
Cuando lo tienes todo, pierdes la capacidad de agradecer, la belleza del proceso de conseguir y la fascinación de admirar.
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