― Hay algo que de verdad nos preocupa… y es su eternidad.

Y allí vuelvo a encontrarte, sorteando los obstáculos, permitiéndome abrazarte.

Se soltará toda la ira del Infierno, pero también se soltará todo el poder del cielo, y el cielo es más poderoso que el Infierno.

Hay batallas que hay que dejárselas al Señor, defensas o luchas personales, en las que hay que descansar en Él, y dejar que actúe en Su tiempo perfecto y soberano.

Tarde o temprano todos pasamos por situaciones difíciles, así que debemos recordar algunas de las lecciones más importantes.

Tendemos a creer que perdonar implica sentirlo, sin embargo perdonar es una decisión y no un sentimiento.

Él toma los fragmentos rotos de nuestras vidas, y los restaura, para conseguir algo maravilloso.

Dios anunció que el amor sería lo que delataría a sus seguidores: no los milagros ni la doctrina. ¡Ni siquiera el poder! Sólo el amor. 

Cuando pienso en la lista de los héroes de la fe de Hebreos 11 se me cae, y bien caído, por los suelos todo lo relacionado con la falsa teología de la prosperidad.

En este mundo nuestro, loco y acelerado, nos hace falta imitar algunas conductas de estos amigos de cuatro patas.

La fidelidad es una bonita palabra, pero suena mucho mejor cuando sabemos aplicarla a una relación.

Hoy, como ayer, el mensaje de los embaucadores sigue siendo el mismo, teniendo muchos seguidores, que son embaucados porque quieren ser embaucados.

Dios está al lado de los que muchos consideran derrotados, porque para él no hay perdedores.

Podemos atravesar por situaciones injustas por amar al Señor. Pero Dios controla la historia.

Hay algo que no cambia: Dios nos ayuda en todos los momentos de nuestra vida, sobre todo en los que nos parecen más complicados.

La fidelidad de Dios es real y se muestra aún en los momentos de desolación.

Este libro nos ayuda a entender el propósito divino del amor y el sexo en una relación de fidelidad.

¡Oh amigo! prefiero tus lances, tus heridas, pues son el espejo en el que encuentro el reflejo de quién verdaderamente soy.

En la fe cristiana, la verdad sobre Dios no irá más allá de lo estrictamente revelado, aunque nuestro entendimiento de lo revelado crezca a través de los siglos.

No soy yo el originador de mi fe, yo soy el que cree, en un hecho objetivo, porque la intervención del Espíritu de Dios obra en mí la capacidad de creer.

El esfuerzo apocalíptico del Engañador es usar la Escritura como, cuando y donde él quiere. Seduce nuestra mente instilando su perversa versión del Evangelio: para que creamos que vivir en su jaula dorada es la verdadera libertad.

Esta es una historia de fidelidad, ayuda mutua y decisiones correctas.

Él es el que debe tener el lugar principal en nuestra mesa.

Rebeca, de fe cristiana, fue secuestrada durante dos años por Boko Haram. Sufrió violaciones y tuvo que ver el asesinato de uno de sus pequeños, pero en medio del terror, se mantuvo firme en su fe.

Son testimonios de lo que va pasando en nuestro pequeño mundo evangélico, que al mismo tiempo puede ser de influencia en su entorno.