El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
El autor de la serie de tiras cómicas de Carlitos y Snoopy, que ahora cumplen 75 años, Charles M. Schulz (1922-2000), fue bautizado en el lago Phalen tras su conversión a la fe evangélica en la Iglesia de Dios del Parque Merriam.
“Empecé a ir a la iglesia –dice Charles M. Schulz (1922-2000), el creador de las tiras de Snoopy y Carlitos que ahora cumplen 75 años–, por un sentimiento de gratitud al haber sobrevivido” a la Segunda Guerra Mundial.
Como tantos de nosotros, Schulz hizo que su rechazo adolescente de los demás, pareciera a sus ojos, como si los demás le rechazaran a él.
En esta segunda entrega del 75 aniversario de sus tiras, profundizamos en el luteranismo en que fue educado su autor.
Personajes como el perrito Snoopy se han convertido en todo un icono de la cultura popular. Su autor, Charles Schulz (1922-2000), tiene una interesante relación con la fe evangélica.
Ahora vuelve en Raíces de Ginseng a su autoritario padre, la madre entregada a Dios y, además de su hermano, descubrimos también que tiene una hermana y la relación del entorno agrícola en que creció con empresarios chinos.
Si el viaje en Astérix nos remite al modelo épico de los mitos de la antigüedad, que acompaña al héroe en su odisea, el final nos recuerda a la Historia por antonomasia, la Biblia.
Numerosas reediciones recuperan esta emocionante historia, nacida de la inevitable distancia entre padres e hijos, el dolor insuperable que nos acompaña toda la vida y la nostalgia del hogar perdido, que no encontramos en este mundo.
Al contrario de lo que el mundo piensa, la esencia del matrimonio es ese “compromiso sacrificado por el bien del otro”.
Lo que se espera del artista cristiano es que sea en primer lugar, un verdadero creyente, coherente con su fe, pero también miembro de iglesia, como era Schulz.
Es tanto una figura mesiánica como alguien dominado por el mal. Es un improbable Cristo, por su imperfecta humanidad, aunque tenga una misión que domine su conciencia.
Sparky empezó a acompañar a su padre a la Iglesia de Dios, los domingos, al decepcionarse con el pastor luterano, que no fue a ver a su madre cuando se estaba muriendo.
Si hay un rasgo que caracteriza al seguidor de Jesús, esa es “la humildad y mansedumbre”. Sin embargo, el mundo cristiano está lleno de personalismo y orgullo cubierto de falsa humildad.
En esta segunda entrega por el centenario del artista, profundizamos en el luteranismo de su familia.
Dice la viuda de Schulz que para él, “Dios era muy importante, pero de una forma muy profunda y misteriosa”.
El modo en que se ha contado la historia de Superman a lo largo de varias décadas tiene ciertas relaciones con el texto de 2ª Corintios 10:11, que empieza con la frase “Lo que somos por escrito”. ¿Qué dicen las palabras impresas sobre nosotros? ¿Por qué son importantes? Eso vamos a examinar en este episodio.
El final de los cómics de Astérix nos recuerda a la historia por antonomasia, la Biblia. Las fiestas judías iban acompañadas de banquetes.
Lo que hace del mundo de Gotham algo tan parecido al nuestro, es la realidad oscura de sombra y corrupción, que hace que nadie esté libre de pecado.
El problema de la venganza y el perdón recorre las tres entregas de la serie de películas de Raimi. Lo que la convierte en una de las sagas más interesantes de analizar, desde un punto de vista filosófico e incluso teológico.
Me vuelvo atrás y, en el mismo lugar y sitio, encuentro otra arma, mucho más poderosa: Salmo 144 con doble cañón ("alabanza" y "reconocimiento"). ¡Reluciente!
Nos protegemos con un caparazón de fe, pero aún existe una inquietud que tiende a llamar a la puerta.
No controlamos nada, confiamos, que no es lo mismo...
Toda la fuerza, la valentía, la agilidad y la estrategia del guerrero no tiene ningún valor si le falta la lealtad.
El 19 de octubre se publica simultáneamente en veinticinco países un nuevo volumen de Astérix, un fenómeno editorial en todo el continente.
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