El pasado martes 6 de marzo, en el colegio público Miguel de Cervantes, tuvo lugar una actividad escolar especial organizada por creyentes evangélicos. Llevaba por título “Besos de Colores” y se trataba de explicar a los niños, 180 en total con edades comprendidas entre los 9 y 12 años, qué es el terrorismo.

Vivían en una casa alejada del pueblo. Tan lejos que las luces artificiales más cercanas no cegaban el cielo punteado de las noches invernales. Los padres, la abuela y dos niños de doce y diez años eran sus habitantes.

Llega el otoño, casi imperceptible, alejando al verano con su luz y colores violentos; un aire leve, fresco, nos permite sacudimos el sopor del calor y aquí y allá van apareciendo detalles de color. Ribetea él las hojas de los árboles con el pulso del pintor experto: ocre aquí, amarillo pálido, o granate, más allá. No hay ribera que no visite, ni ladera ni llano.