El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Cualquiera que se acercase a él no tardaba en recibir una certera valoración de su persona.
Hoy es un buen día para comenzar a abrir ventanas y dejar que el aire fresco de su gracia ventile la rancia esencia de lo viciado por el tiempo y la pereza.
Incluso cuando acertamos acercándonos a la fuente correcta y procurando imitarle, desacertamos en la manera de hacerlo y reproducirlo.
Ser Dios es imposible y no tanto porque tengas que hacer milagros y ocuparte de los problemas de todos, sino por lo que es la esencia de su propio carácter.
Nada ni nadie merece el sufrimiento que suscita el fuego-crítica.
En lugar de personas de Estado, estamos votando a maestros del entretenimiento.
Por la gracia de Dios, podemos ser algo bueno, fuerte, digno, auténtico y útil, gracias a que Cristo vino a este mundo, para dar su vida en rescate por ególatras, que de otra manera nunca habrían dejado de serlo.
Marvel revolucionó el cine con una idea poderosa pero sencilla: ¿por qué en vez de hacer una sola película o películas independientes, no unirlas en el mismo universo cinematográfico y televisivo, donde cada una es parte de algo más grande?
Un sinnúmero de prácticas que hasta hace pocas décadas estaban mal vistas ahora están institucionalizadas.
La enseñanza de lo ético en nuestras congregaciones debería estar muy por encima de las preocupaciones por lo estético.
Las costumbres no las determina el Estado, ni siquiera son obligatorias, pero las buenas costumbres son necesarias y determinan si un Estado es bueno o ruin.
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