Puedes ensayar tu mejor discurso, con la más delicada prosa, pero ante el Amor del Padre entenderás que sobran las palabras.

Para conseguir un sueño necesitamos creer en que podemos hacerlo, pero necesitamos también rodearnos de personas que lo crean como nosotros.

Cuando hablas con el Señor reafirmas tu fe. Te haces presente ante su presencia. Renuevas tu confianza en él.

Un poema de Zoraida Armengol con motido del 30 de julio, Día Internacional de la Amistad. (Selecciona Isabel Pavón).

Abramos el tesoro de la amistad en todas direcciones. Amor y amistad supremos, de primera calidad.

¡Cuántas veces exigimos a los demás lo que no estamos dispuestos a ofrecerles!

Texto públicado por primera vez en la revista Vínculo, entre abril y junio de 2007.

Cuando trabajamos en equipo, todos los que tenemos una dirección común podemos llegar al destino con mayor rapidez y facilidad que si lo hacemos por nuestra cuenta.

José de Arimatea mostró su valor y fidelidad a Jesús en un entorno de abandono.

No tengas miedo a amar y perder. El mayor peligro es no haber amado nunca.

Artículo con motivo del 30 de julio, Día de la Amistad.

Un texto publicado por primera vez en la resvista Restauración, en enero de 1982.

Esta carta nos enseña como se refleja el cuidado de Dios en la vida de los cristianos.

Es bueno contar con esos a quienes podemos llamar, en quienes podemos confiar plenamente porque van a responder al instante

Lo que ella desconocía y ahora sabrá, es que a través de ese regalo a afianzado aún más el concepto que tengo acerca de la verdadera amistad, esa que duele, que te hace pasar horas en vela.

Soy ciudadana del cielo, pero piso la tierra, no vivo en comunidad ni pertenezco a ninguna secta, y me relaciono y amo a personas que tal vez no piensen como yo, pero a las que amo profundamente y no pienso dejar de hacerlo.

Poema de Carolina Coronado con motivo del Día Internacional de la Amistad, que se celebra el 30 de julio. (Selecciona Isabel Pavón)

¡Oh amigo! prefiero tus lances, tus heridas, pues son el espejo en el que encuentro el reflejo de quién verdaderamente soy.

Un nuevo relato de Antonio Cárdenas.

Ocurren incidentes en las congregaciones. El dolor aflora. Las opiniones se dividen en diferentes grupos. Las confrontaciones hacen acto de presencia. Desaparece el amor y el respeto.

Si en este libro hay una sabiduría divina, debería ayudarnos, a los que creemos, a andar dentro de nosotros mismos, descendiendo a los estratos más profundos del corazón.

Hay personas que, como niños pequeños, buscan en todo momento llamar la atención.

Son testimonios de lo que va pasando en nuestro pequeño mundo evangélico, que al mismo tiempo puede ser de influencia en su entorno.

“La fe no es sólo una cuestión de religión –decía Rookmaker–, del alma, y su salvación en el cielo, sino de la salvación de toda la persona, un modo de vida y pensamiento que afecta a todos los aspectos de la vida humana”.

Un día surge la duda y deseas cerciorarte de que aquella amistad es verdadera ya que sospechas algo, ya que notas un no sé qué raro y la confianza no parece ser reciproca.