El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Son muchas las veces que tenemos que atravesar por valles de lágrimas profundos y oscuros y le hacemos al Señor miles de preguntas.
El Señor y Maestro de mi vida, el Dios al que sirvo, envió a Su hijo al mundo para nacer en un establo.
“La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual”. Miguel de Unamuno.
Cuando pienso en Theo y todos los juicios injustos, las más despiadadas críticas y los más profundos horrores que tuvo que soportar, vuelvo a mi vida y a mi Dios.
“ No se preocupe por quien entra y sale de la iglesia. Preocúpese por lo que entra y sale del púlpito”. John Stott.
En ningún lugar de la Escritura se nos dice que cuando nacemos de nuevo todo va a ser un lecho de rosas, muy al contrario
“El diablo es como un perro rabioso atado a una cadena; no puede herir a nadie más allá de lo que le permite la cadena. Mantente, pues, lejos. Si te acercas demasiado, te atrapará”. Pío de Pretrelcina.
Pido a mi Dios, a ese precioso Dios al que sirvo y por el que he dejado todo atrás, que no me permita ser jamás como los sacerdotes y levitas antiguos y modernos.
El recuerdo es el perfume del alma. George Sand.
En ocasiones las más profundas bendiciones, las más preciosas y preciadas lluvias caídas del cielo sobre nuestras vidas vendrán envueltas en un papel que no nos va a gustar demasiado.
¡Descansa mi querida hermana, descansa en los brazos amantes del Señor, descansa por fin!
Cuando me encuentro en estas fechas, viene ineludiblemente a mi alma este precioso himno escrito por el poeta Mariano San León.
“Empezamos a amar, no cuando encontramos una persona perfecta; sino cuando aprendemos a ver perfectamente una persona imperfecta”. Erich Fromm.
Problemas los hubo siempre, el Diablo siempre anda suelto, pero estábamos unidos, y éramos conocidos por nuestro buen testimonio.
Saber distinguir cuándo hablar y cuándo callar, todo un reto.
Cada día estoy más profundamente convencida de que cuanto mas “grande” es una persona, menos tontería tiene encima y es la más sencilla y la más humilde.
En el lugar de la adoración se romperán cadenas, las más profundas cadenas, se ganarán las más grandes batallas...
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