El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
La historia de David nos recuerda la importancia de vivir en la presencia del Señor y compartir esa vivencia con los que nos rodean.
Aquel lugar sólo tenía dos tipos de personas: los que derrochaban maldad, y los que sufrían.
Este libro nos enseña a pensar más en los demás y no tanto en nuestro provecho personal.
A algunos, ser leal a Dios les cuesta la vida. Hay lugares ahora mismo donde matan a los cristianos simplemente por serlo. ¿Estamos dispuestos a vivir con ese riesgo?
Esta es una historia de fidelidad, ayuda mutua y decisiones correctas.
Cuando lo tienes todo, pierdes la capacidad de agradecer, la belleza del proceso de conseguir y la fascinación de admirar.
En este libro vemos a personas que solo acuden a Dios cuando las cosas van mal, algo que sigue sucediendo hoy.
Este es un libro de conquista en el que aprendemos los resultados de confiar en la Palabra de Dios.
Toda la ética cristiana podría resumirse a una sola palabra: gratitud.
A veces creemos que conocer lo que Dios dice es suficiente, pero lo trascendental es aplicarlo.
Dios nos regala la libertad para tomar decisiones, e interviene cuando debe hacerlo, sin que nada le tome por sorpresa.
El cuarto libro nos muestra a un Dios activo y presente, pero a un pueblo de Israel que no confiaba en Él.
Las normas de Dios no son para limitarnos, sino para ayudarnos a disfrutar más de la vida que él ha creado.
¿Qué ocurre cuando nosotros perdemos a alguien que vivía cerca de nuestro corazón?
El segundo libro nos narra una salida, un triunfo, que se cumple en base al propio nombre y carácter de Dios.
En el primer libro de la Biblia encontramos a un Dios que, desde el principio, está buscando restablecer la relación rota con las personas.
Cuando la Biblia nos enseña que podemos vivir en la presencia de Dios no está hablando de una religión que nos ayuda en algunos momentos.
Jesús quiso estar con la gente. ¿Queremos nosotros vivir y estar con él?
Jesús prometió que regresaría, y esta es una promesa a la que tenemos que atender más a menudo.
La fuente del perdón es el mismo carácter de Dios. Él es amor, y lo es en esencia.
Lo que hace la diferencia en la historia es la victoria sobre la muerte.
Ninguno de los discípulos creía que Jesús iba a resucitar. Pero los mismos que al principio se escondieron, cuando le vieron, llegaron a dar su vida por contarlo.
Existe un premio para los animadores, y es el de alegrarse sinceramente por los éxitos de los demás.
Puede que no cambie nada, pero el poder de Dios enseña a sonreír aún en medio de la muerte y la preocupación más absoluta.
Allí estamos representados todos, con nuestras distintas actitudes hacia Jesús.
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