El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Evan Craft, cantando 'Diez mil razones', una versión de '10.000 reasons' de Matt Redman.
La medida pretende luchar contra la trata de personas, siguiendo el modelo sueco y aplicando los criterios del informe Mendes, aprobado recientemente en el Consejo de Europa.
La principal Iglesia Anglicana en Estados Unidos pierde fieles en su abrazo al liberalismo teológico.
El número de casos entre 2010 y 2012 superó los 30.000. La mayoría son mujeres mayores de edad, de origen europeo y explotadas sexualmente.
La pobreza está detrás de la explotación sexual que sufren miles de personas. Sophia Loibl lo sufrió en su propia experiencia y hoy impulsa un centro de acogida y rescate en Bangkok, una de las capitales de esta forma de esclavitud.
El tráfico de seres humanos y la respuesta de la iglesia, un artículo de Abraham (Abey) George.
La comunidad cristiana que llama a su pastor tiene la obligación de velar por él también, y en esa obligación el pastor debe de rendir cuentas ante quien se debe, que es su iglesia.
El caso del pastor Atilano Coco fue el detonante para que Miguel de Unamuno actuara de manera diferente.
Una de las experiencias más hermosas de exponer las Escrituras cada domingo es ver la eficacia del poder de la Palabra transformando vidas, familias, y aun barrios enteros –redimiendo, en efecto, nuestra comunidad.
Aquel que contemplaba la hermosura de Dalila ahora está ciego ¡Qué triste ver al que fue Juez en Israel como payaso de los Filisteos!
Si el oyente piensa que la autoridad es el predicador y no la palabra de Dios, entonces el oyente buscará seguir al predicador y no a la palabra de Dios.
Todos hemos tenido algún Sansón en nuestra familia o amigos cercanos. Hemos orado y llorado por ese Sansón.
Un 0%, según los datos de las encuestas, dedican a la preparación del mensaje más de 8 horas de su tiempo semanal; sólo un 9% dedica entre 6 y 7 horas a dicha preparación, mientras que la inmensa mayoría dedica menos tiempo a tan primordial tarea.
“Además de pasar un buen rato, nuestro propósito en los conciertos es que la gente sepa que Dios les ama, y que, si estamos dispuestos, Él puede usarnos de muchas maneras”, ha comentado el líder del grupo.
Muchos lo vivieron como un tiempo de alabanza, otros escucharon el evangelio explicado con naturalidad y sin complejos, todo en un ambiente lleno de alegría. Hoy actúan en Madrid.
“Puede suceder en cualquier momento y no se vería venir” aunque “la probabilidad de que ocurra es muy pequeña” dice el científico.
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