El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
La trilogía que dirigió Coppola, cuya segunda parte cumple ahora 50 años, tiene “la intención de ser una especie de Orestíada mostrando cómo el mal reverbera en cada generación”.
La Palabra es verdad y en la Escritura está la única visión del mundo coherente con la experiencia humana, pero como dice Schaeffer, si mi experiencia no se corresponde con la autoridad de la Biblia, la norma es la Escritura, no yo.
La huella del movimiento evangélico es particularmente importante en la capital irlandesa.
La biografía de Brando muestra una vida de promiscuidad y perversión, que revela un total egoísmo. El actor no fue ajeno a una búsqueda espiritual.
Criado en la iglesia bautista, comenzó como cantante de gospel, antes de convertirse en el más salvaje y exuberante de los pioneros del rock.
A medida que nos vamos haciendo mayores, nos vemos enfermos de nostalgia. Insatisfechos con la vida que tenemos, nos preguntamos qué hubiera sido si nuestras circunstancias fueran diferentes.
Esta idea de Larry, de la “Iglesia en el corazón”, se convierte en uno de los principales problemas de la Revolución por Jesús.
Lo singular de él creo que es la insistencia en mantener “la diferencia entre gracia y religión”, la convicción evangélica de que “sólo la gracia produce una transformación por el Espíritu de Dios”.
La compleja figura de este gigante del soul nos sigue dejando perplejos. La religión de Gaye nos llena de preguntas.
El mundo de Alicia tiene una fuerza hipnotizante, porque acude a resortes secretos del lector, que reconoce inmediatamente una situación, más por su instinto que por su inteligencia.
Presumimos de ser libres y hacer lo que queremos, pero nunca hemos sido tan esclavos como ahora. Jesús señaló los ídolos cuyas promesas nos atan a una realidad que no pueden cumplir.
La gente que tiene éxito atribuye su posición a su talento, genio y trabajo duro. La realidad es mucho más complicada, como muestra la historia de Sixto Rodríguez, el músico que ha fallecido a los 81 años.
Todos tenemos varias caras. Pocos tantas, sin embargo, como Francisco Paesa (1936-2023), el espía y estafador español que supuestamente ha muerto ahora en un pueblo de Francia.
Keller no se dejaba llevar por las etiquetas. Así que con criterio propio, buscaba en las Escrituras, si estaba de acuerdo o no con lo que se le enseñaba.
Si el viaje en Astérix nos remite al modelo épico de los mitos de la antigüedad, que acompaña al héroe en su odisea, el final nos recuerda a la Historia por antonomasia, la Biblia.
Muchos se preguntan dónde está el secreto de un matrimonio de por vida, como el de los Keller. La respuesta está en su libro, el mejor que conozco sobre el matrimonio en lengua castellana.
La muerte de cinco personas por la implosión de un sumergible cuando intentaban ver los restos del Titanic ha vuelto a poner en evidencia la fascinación por el barco hundido al chocar con un iceberg en 1912.
Keller descubre que sin la obra renovadora del Espíritu Santo no hay más que moralismo o la “gracia barata” de la que hablaba Bonhoeffer.
El 21 de abril de 1970 Tim apareció en la habitación de su compañero de Universidad para decir que se arrepentía de su pecado y creía en Jesús.
Keller comentaba las cosas que leía, veía o escuchaba, pero no se sentía cómodo con los elogios y las preguntas personales. Era realmente humilde.
Siempre hay razones para temer. Las promesas de Dios son que la Gracia que necesitas hoy no te faltará mañana.
Como en tantas películas de Stanley Kubrick (1928-1999), lo que al director le interesa de la novela de Nabokov, Lolita (1955), es cómo el intelectual protagonista cree tener un plan perfecto para realizar sus fantasías, cuando todo le sale inexplicablemente mal.
No se puede explicar la vida de Stanley Kubrick (1928-1999) sin esa búsqueda continua de control sobre su obra.
El tema es una constante en las historias de Kubrick: un plan de acción supuestamente perfecto, que se echa a perder por errores y circunstancias, que muestran la falibilidad y el destino del ser humano.
Quien rechaza el concepto bíblico de pecado no sólo no entiende el mundo, sino que tampoco se podrá comprender a sí mismo.
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