Un juzgado de la social en Barcelona reconoce el derecho que tiene la viuda de un pastor a cobrar una pensión pública. En tiempos de Franco los pastores no pudieron cotizar por su labor.

La Federación evangélica se muestra insatisfecha con la respuesta del Gobierno a la Comisión Europea, tildándola de “maniobra dilatoria”.

Nuestra edad es el botín, el tesoro de lo que hemos vivido. Ahora, a cada uno de nosotros nos toca seguir siendo por dentro, y por fuera, el anciano que deseamos ser.

La crisis obliga a personas mayores a mantener económicamente con su pensión a hijos y nietos.

El diputado de IU Gaspar Llamazares lleva al Congreso el caso de pastores evangélicos jubilados sin derecho a pensión de tiempos del franquismo.

Cuatro de cada diez abuelos asumen hoy alguna responsabilidad económica en su entorno más cercano, lo que en muchos casos genera una alta dosis de estrés.

La presión ejercida por iglesias y organizaciones nacionales e internacionales parece comenzar a tener su efecto en el Gobierno español. El gabinete de presidencia ha transmitido su “decidido interés” al Consejo Mundial de Iglesias por resolver el problema de las pensiones de los pastores españoles jubilados que ejercieron durante el franquismo. Los pastores evangélicos no han sido reconocidos por el Gobierno español hasta el año 1991.

La Iglesia Evangélica Española y la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España reclaman al Gobierno el derecho a cobrar una pensión por parte de los pastores protestantes jubilados o sus viudas. La campaña “Pensiones, ¡Ya!” cuenta con el apoyo de varias entidades religiosas.

¿Y por qué no? ¿No se escribe con reiteración de delincuentes, políticos, periodistas o famosillos? ¿No se les tiene en cuenta como compradores potenciales de viajes para la tercera edad, mantas eléctricas de propiedades extraordinarias, camillas milagrosas o sillones de masaje que te vuelven a los veinte años? No es necesario echar mano de ninguna estadística para saber que son un colectivo importante de la sociedad.

Para FEREDE sigue siendo prioritaria la situación de muchos pastores jubilados, sus viudas o huérfanos, que por imposibilidad legal no pudieron cotizar a la Seguridad Social y actualmente se encuentran en una situación económica difícil.