El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Si alguien piensa que los escritores de himnos clásicos eran serios y aburridos, es porque no conoce realmente la vida de ninguno de ellos.
John Newton, un comerciante de esclavos que se convirtió en pastor, presentó su conocido himno en 1773 para ayudar a su congregación a entender 1 Crónicas 17:16-17.
La ceguera de George Matheson le llevó a escribir algo infinitamente bello que nos hace acercarnos al amor más grande que pueda existir, el de aquel que dio su vida por la nuestra.
Entre el legado cultural que el misionero galés dejó a los evangélicos en Cataluña se encuentra una recopilación de himnos en el idioma autóctono y que han sido cantados por generaciones.
Frances Jane van Alstyne, más conocida como Fanny Crosby, a lo largo de su vida compuso los textos de más de 9000 himnos, de los cuales algunos figuran entre los más populares entre los evangélicos hasta el día de hoy.
Todo es gracia, todo es inmerecido, todo es un regalo que procede de Dios, cuyo coste fue la muerte del Mesías en la cruz.
Cuando uno conoce a Dios realmente desea cantarlo de mil y una formas.
La enseñanza de la Biblia libera mientras que las de los maestros humanos esclavizan.
“Reflexionando en la diferencia entre la Ley y el Evangelio, encontré la forma de poner por escrito las palabras de este himno, basadas en Hebreos 8:6”, dice Douglas Bond, autor del himno.
La Reforma, no sólo devolvió la música al pueblo sino que además le dio un impulso de belleza, espiritualidad y elevación que perdura hasta el día de hoy.
La alabanza cantada dejó de ser patrimonio exclusivo de monjes o canónigos para ser entonada por todo el pueblo.
Dios ha traído ese himno a mi corazón cuando paso momentos de duda e inseguridad.
Existe un sol que puede brillar sobre nuestra existencia comunicando con su luz también calor y guía. Se trata de Dios.
El himno está dedicado a cantar a ese Amor que no dejará a los que son Suyos.
¿Estamos dispuestos a seguirlo a lugares de peligro, donde matan a los que predican, a los que sirven o a los que denuncian el mal y la injusticia?
Cuando uno muere lo importante no es lo que se lleva sino lo que deja en este mundo detrás de él.
Dios es digno de recibir la honra, la gloria y la alabanza porque es el Creador.
Recordar el nacimiento del Mesías no es un aniversario más, es anunciar que hay esperanza para este mundo ahora y mañana.
La Biblia no enseña la doctrina de una salvación por obras, sino la de una salvación por gracia.
No hay lugar más grande, ni sitio más seguro, ni nadie mayor sobre quien reposar, que ante los pies y entre los brazos del Salvador.
El mensaje de la gracia de Dios concedida gratuitamente y apropiada a través de la fe, es la esencia del Evangelio.
El himno describe lo que significa pasar de vida a muerte, de oscuridad a luz, de perdición a conversión y salvación.
Dios ha utilizado la memoria de muchos himnos en momentos claves de mi vida para recordarme de su amor, de su llamado y del costo de seguir el camino de Cristo.
Como dice el título de la canción, caminamos firmes y adelante, sin temor alguno, porque Cristo nos ve.
La oración que agrada a Dios son palabras que expresan no lo que alguien dijo o escribió sino lo que hay en lo más profundo de nuestro ser.
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