El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
¿Cómo debemos –como cristianos latinos viviendo en nuestros respectivos países en todo el mundo y en el siglo XXI–, interpretar las demandas de Jesús para hoy en día?
No quiero que la muerte encuentre mi alma sin rasguños porque eso querrá decir que nunca me he caído y, por lo tanto, que he permanecido inmóvil.
Mientras el «cristiano buzo» solo busca a Dios esporádicamente para conseguir algún beneficio personal, el cristiano genuino permanece en Él.
La iglesia sigue existiendo para hacer más discípulos de Jesús. Ése es su propósito primordial.
En el caso de América Latina, al gran crecimiento cuantitativo protestante no le ha seguido lo que desde adentro de las comunidades de fe se llama discipulado.
Ninguno de los discípulos creía que Jesús iba a resucitar. Pero los mismos que al principio se escondieron, cuando le vieron, llegaron a dar su vida por contarlo.
El verdadero crecimiento de un discípulo de Jesús se ve en si, aunque sea lentamente y con dificultades, su vida va cambiando para asumir el carácter del Maestro.
Ricardo Larsen dirige la escuela de entrenamiento de JCUM en Galicia, una iniciativa que busca preparar a jóvenes “descubriendo la identidad que tenemos en Dios y nuestra misión en el mundo”.
La clave de la historia es el señor Jesús. Es a él a quien seguimos.
En sus responsabilidades para Europa desde 2011, Monika Kuschmierz ha supervisado el desarrollo de 27 movimientos en el continente.
Seguimos a algo o a alguien en esta vida. Lo sepamos o no, lo queramos o no. Y lo que seguimos nos determina.
¿Habrías escogido a los discípulos como lo hizo Jesús? Fueron personas comunes, pero cuando fueron llenas del Espíritu, cambiaron el mundo.
Jesús estaba continuamente invitando a las personas a seguirle, pero algunos pusieron excusas para rechazarlo.
De Pedro aprendemos que la mejor actitud es hacer las cosas porque Dios lo dice.
Jesús me estará esperando en la cima porque no confié en mis mérito,s sino que acepté su invitación para entrar en el Reino de Dios.
Ellos nunca olvidaron el momento cuando fueron llamados por Jesús. Así pasa con nosotros.
Ocho razones para no casarse con un incrédulo.
Las exigencias de las bienaventuranzas sólo parecen imposibles a quienes no han comprobado el atractivo del reino de Dios, ni han nacido de nuevo.
Miguel Leal anima a la iglesia a comprometerse a transmitir a otros la enseñanza profunda del evangelio.
Humor inteligente.
“La liturgia frena, le relación intensifica”, dice Toni Bodego, que plantea pasar tiempo de calidad con Jesús.
Se necesita un milagro de la gracia de Dios para quebrantar nuestro orgullo y autosuficiencia.
¿Qué le ocurriría a la Iglesia de Cristo si una mayoría de los que dicen seguirle recibieran el alimento necesario para avanzar hacia la madurez a través de unas relaciones honestas y centradas en la Palabra de Dios? Un fragmento de "Manual de discipulado", de Gregory J. Ogden (Clie, 2006)
Lucas Leys aconseja: aprende los nombres de los jóvenes a los que sirves, hazles preguntas, y valora sus éxitos.
“¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?”. El grito de Jesús tiene vigencia hoy, sigue sonando.
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