El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Facultades y escuelas de teología idean y ponen en marcha nuevos programas enfocados al fomento de la vida ministerial y la ordenación de pastores. Sin embargo, advierten de la necesidad de compromiso por parte de iglesias y estudiantes para que resulten en éxito.
Cuando a Pablo le preguntaron qué había que hacer para salvarse, respondió que creer en Jesús.
El cristianismo representa el lugar donde nace la antropología, sobre todo a partir de la gran síntesis realizada por San Agustín como intérprete de la filosofía antigua.
Este mundo es pecaminoso y se las arregla para proporcionar el menor alivio posible a sus habitantes. En medio de esa situación, ¿adónde se puede ir salvo al Señor?
Jesús habla continuamente de principios y ejemplos de su mundo laboral y del ámbito económico y financiero.
No se trata de una revolución política como esperaban algunos de sus seguidores de aquél tiempo, ni se trata de esperar a estar en el cielo prometido tras la muerte y la resurrección, se trata de empezar a vivir en él desde ya.
Aquellos que seguimos de corazón a Jesús como mesías tenemos como misión ser luz en medio del mundo.
Jesús me estará esperando en la cima porque no confié en mis méritos sino que acepté su invitación para entrar en el Reino de Dios.
La vida cristiana es una batalla y además lo es de manera continua, pero su metodología no es la de los ejércitos humanos sino la del corazón de Dios.
Para aquellos que en algún momento de nuestra vida recibimos a Jesús como nuestro Señor y Salvador, la vida tiene otro sentido.
Hay victoria en Jesús incluso en las situaciones más difíciles.
Solo así entendemos como esos discípulos que estaban atemorizados cobraron fuerza, vigor y esperanza, porque comprendieron que la palabra era verdadera, que su resurrección era más que necesaria: era la esperanza frente a la vida y a la muerte.
Él es salud, paz y perdón; porque él triunfó sobre la muerte, y la tumba está vacía.
“La realeza que se obstina, Tu cabeza que se inclina, Mi pobreza que termina en la cruz”.
¿Qué sentido tiene que Jesucristo muriese en una cruz romana hace 2000 años? ¿Por qué esto es tan importante para la fe cristiana, haciendo de la cruz todo un símbolo?
El historiador Mario Escobar describe aspectos históricos de la semana clave en la vida de Jesús, cuya historicidad a veces es cuestionada en base a prejuicios.
Él, que entra en Jerusalén envuelto en vítores, sabe que se quedará solo en aquel angustioso Getsemaní. No lo va a dudar, no va a escoger un camino alternativo, Él escogerá la cruz y esa elección nos hará libres.
¿Hasta cuándo sacrificaremos la vida de Jesús en nosotros por la opinión de otros?
La tentación, la maldad, la hipocresía, la corrupción, la inseguridad, el temor pueden asediarnos, pero de ellos sólo nos librará Jesús.
El sacerdote y catedrático de Patrología en la Universidad italiana de Turín, Pier Angelo Gramaglia, ha publicado un importante estudio sobre este asunto.
En la declaración de este anciano estaban ya presentes los elementos esenciales que marcarían el curso posterior de este niño.
Los que no han crecido, verán en este libro un tratado de erotismo, y cometerán errores en su exégesis y en su hermenéutica.
Estamos ante una novela, al igual que “El Código Da Vinci”, de ridículas teorías esotéricas.
El mesías nació hace más de dos mil años y cuando se es consciente de lo que eso significa dan ganas de subirse a una altura y gritarlo a los cuatro vientos.
Recuerda que al final de la línea de meta, te está esperando para calmar todo tu cansancio y esfuerzo, el que recorrió el camino mucho antes que tú.
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