El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
En el estrecho trecho del lecho de la noche la lluvia lo tapa todo, la lluvia lo oculta todo, la lluvia es un sudario blanco.
Muriel Furrer, una joven ciclista suiza, murió mientras competía en los Campeonatos del Mundo. Tenía 18 años y una profunda fe en Cristo, que expresaba a menudo en las redes sociales.
Un incendio descontrolado ha arrasado ya unas 15.000 hectáreas en la isla de Tenerife, que ha sido declarada zona catastrófica por el gobierno español. Los evangélicos del lugar piden oración.
Mientras Paul Mackenzie Nthenge, el líder del autoproclamado movimiento Iglesia Internacional Buenas Noticias, es juzgado, la Alianza Evangélica nacional condena lo ocurrido y pide acciones legales.
No es la primera vez que unas inundaciones tan repentinas matan a personas que participaban en este tipo de ceremonias.
“Estamos profundamente preocupados por la devastación que este terremoto causa en un país que ya está sumido en la pobreza extrema”, aseguran desde World Vision.
Roman, se encontraba sirviendo en Ucrania enviado por una organización cristiana. Se había desplazado a la ciudad para ayudar en la evacuación.
Por ahora, solo tres de los 24 tripulantes han sido rescatados con vida tras el hundimiento del pesquero de un armador de Marín (Galicia). Uno de los rescatados es Samuel Kwesi Kofie, de origen ghanés, miembro de la Iglesia Evangélica de Marín.
Durante mucho tiempo ignorado por los sectores literarios más cultos, ha sido en los últimos años que escritores como Umberto Eco, Fernando Savater o Juan Marsé han reivindicado su figura.
Tras la fatídica deflagración que acabó con la vida de un centenar de personas, iglesias y entidades en la ciudad de Guinea Ecuatorial ya han comenzado a atender a los damnificados.
Tal sentimiento trágico hace su aparición desde el momento que nos interrogamos sobre el sentido de la vida, su origen, finalidad y justificación.
Desde España, Alianza Solidaria ha puesto en marcha una campaña de emergencia para atender a decenas de familias tras la explosión.
Una gran onda expansiva ha sacudido la ciudad después de que explotase un almacén lleno de nitrato de amonio en el puerto de la capital libanesa.
El autoproclamado apóstol hizo un llamado a los asistentes que acabó en un estampida mortal.
Gabriel Biya, pastor de una iglesia en Londres, y sus hijos Comfort (9 años) y Praise Emmanuel (16) fallecieron al no conseguir salir de la piscina. Se encontraban de vacaciones en España.
La joven, hija de los propietarios de la librería evangélica El Renuevo, perdió la vida tras ser atropellada por un turismo. Ahora, el Ayuntamiento instalará una placa de recuerdo.
Miranda Harris, Chris Naylor y su esposa Susanna sufrieron un accidente automovilístico en Sudáfrica.
El documental relata el caso del asesinato de nueve miembros de la iglesia Emanuel en Charleston, en 2015, y cómo los supervivientes y los familiares han perdonado al atacante. “El perdón proviene de la cruz”, asegura el cineasta Brian Ivie.
Los médicos participaban de un viaje humanitario de la organización cristiana MedFund cuando se produjo el siniestro.
Muchos medios han difundido que era un turista estadounidense con ganas de aventura y sin mucho sentido común. En realidad se trataba de un misionero que quería llevar el evangelio a una de las tribus más aisladas y hostiles del mundo.
Hija de José Manuel Bartolomé y Milagros Mellado, de la librería cristiana El Renuevo en Madrid.
Diversas organizaciones cristianas están trabajando en la zona donde el terremoto y tsunami causaron cientos de fallecidos y graves pérdidas materiales.
Un alud de barro arrasó a la iglesia de la isla de Sulawesi donde se celebraba un campamento. La cifra total de muertos supera las 1.200 personas y 191.000 se han visto afectados por el terremoto y tsunami del pasado viernes.
La hermana de un pastor evangélico está entre los fallecidos por la caída del puente. 600 personas han sido evacuadas, entre ellas una familia evangélica.
Unos cien metros del puente se desplomaron desde unos 90 metros de altura. Las autoridades italianas califican el suceso de “inmensa tragedia”.
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