El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Las primeras impresiones reflejan la forma en que nos perciben los demás desde el principio. Aunque no siempre sean definitivas, tienen el poder de influir en las relaciones y oportunidades futuras.
Al cumplirse 45 años de la fundación de la FTL, en 2015 en São Paulo, Brasil, Samuel Escobar afirmó: “Me siento anabautista y en el siglo XVI fueron obligados a emigrar de un país a otro por causa de su fe”.
Más que un cronista del crimen o un maestro del thriller, Scorsese es un cineasta de la trascendencia. Sus películas, marcadas por la violencia y la traición, siempre dejan abierta la pregunta por la posibilidad de la redención.
Woody Allen ha cultivado un estilo inconfundible, poblado de personajes que dialogan con la angustia del tiempo, la incertidumbre del amor y la inescapable sombra de la muerte.
Casi 3 mil personas participaron en Lausana I. La ponencia de Escobar fue una de los quince trabajos “teológicos y misionales que sirvieron de base al encuentro”.
Pawlikowski ha construido una filmografía que, aunque breve, es de una contundencia inusual. Su cine interroga el presente con un estilo que recuerda a los grandes maestros del cine de autor.
En Latinoamérica se asentó y desarrolló, entre los conversos protestantes/evangélicos, un ethos identitario que guarda cierto paralelismo con el anabautismo del siglo XVI.
Haneke ha construido una filmografía desafiante, incómoda y profundamente reflexiva, que ha convertido al director austríaco en una de las figuras más influyentes del cine contemporáneo.
Escobar argumentaba que las comunidades protestantes/evangélicas latinoamericanas estaban llamadas a ser contrastantes con la cultura patrimonialista dominante y sus resultados socio económicos.
El cine de Tarantino no solo entretiene, sino que también plantea preguntas sobre la moralidad, la venganza y la redención.
La trilogía de Batman de Nolan no solo elevó el estándar de las películas de superhéroes, sino que también dejó una marca imborrable en el cine contemporáneo.
Alexander Payne ha construido una filmografía que se erige como un susurro íntimo en medio del estruendo.
El misionero norteamericano Pedro Wagner, sin buscarla ni desearla, estimuló la planificación de una reunión en la que se fundaría, en diciembre de 1970, la Fraternidad Teológica Latinoamericana.
En este siglo de avances y retrocesos, el amor sigue siendo ese idioma universal que nos une a todos, aunque cada vez necesitemos más valentía para hablarlo.
Ha llegado la hora de que los evangélicos tomemos conciencia de nuestras responsabilidades sociales, escribió Escobar en 1969.
A través de sus historias, Sam Mendes explora las tensiones entre lo personal y lo social, lo interno y lo externo, siempre con una mirada precisa, profunda y, a menudo, desoladora.
Las tribunas de Pensamiento Cristiano y Certeza representaron espacios definitivos para expresar su entendimiento por escrito de la fe cristiana en relación con el contexto latinoamericano.
Christopher Nolan ha logrado un equilibrio raro y preciado en su obra: ser ambiciosa en su contenido, arriesgada en su forma y profundamente conectada con el gran público.
El Señor de los Anillos trascendió las fronteras del cine como entretenimiento para convertirse en un hito cultural.
Escobar era un consuetudinario y ávido lector para cuando él y su esposa Lilly se mudaron en febrero de 1960 de Lima a Córdoba, Argentina, para unirse al proyecto de publicaciones de la CIEE.
En esta tercera entrega del dossier nos acercamos a un creador que, en su dualidad de hombre de acción y pensador, ha demostrado ser uno de los narradores más imprescindibles de nuestro tiempo: Clint Eastwood.
En Cochabamba conoció Samuel Escobar a Carlos René Padilla, sería el inicio de una larga amistad y caminar juntos en la reflexión bíblica/teológica contextual que duró poco más de seis décadas.
El cine del Holocausto en el siglo XXI ha optado por un realismo descarnado, consciente de que el tiempo transcurrido obliga a nuevas aproximaciones. Por otro lado, el cine que aborda el comunismo del siglo XX ha preferido, en muchos casos, desmontar el aparato de vigilancia y miedo
He aprendido mucho de Samuel, pero lo que más me ha impresionado siempre de él es su sencillez. Una de las cosas que más me ha sorprendido en la vida, es que los mayores hombres de Dios que he conocido son también los más humildes.
Al final del camino, nos pueden faltar respuestas. Pero cuando se llega a la edad de Samuel Escobar, uno ve la vida con otra perspectiva. Así llegamos al final de estos programas especiales, dirigidos por José de Segovia.
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