Poseemos suficiente religión para afirmar que somos hermanos, pero no la necesaria para identificarnos como amigos.

Si vamos a las Escrituras hay infinidad de textos que nos hablan de la amistad, del amigo verdadero, del amigo falso.

La facultad de amar lo imposible nos viene dada por el Espíritu Santo.

— Una persona ya es suficiente.

Ya sea a través del amigo, que conscientemente nos aguza, o sea a través del prójimo, que inconscientemente lo hace, necesitamos dar con la horma de nuestro zapato.

No has de amar al hermano, has de amar al enemigo.

No debiéramos dejar pasar tanto tiempo. No debiéramos permitir que nos interrogue el silencio.

¿Por qué tienen tanto éxito estos animales entre los humanos? Probablemente porque están genéticamente programados para estimar incondicionalmente a sus dueños.

Uno de cada cuatro personas no tiene amigos cercanos, dicen las estadísticas. El comunicador cristiano Sheridan Voysey anima a los europeos a responder una encuesta que dará forma a un “Laboratorio de la Amistad” pionero.

La amistad es grandiosa, suele brotar de manera espontánea, quienes la disfrutan lo saben.

Jesús llama a sus seguidores a hacer algo tan inesperado, que solo Dios puede hacerlo: amar a los enemigos. “Devolver mal por bien es diabólico; devolver bien por bien es humano; pero devolver bien por mal es divino”. Exploramos la influencia de esta enseñanza de Jesús en la cultura contemporánea.

Tuyas somos. Líbranos de tanto pensamiento oscuro, de tanta amenaza de inutilidad, de tantos desvaríos, del sudor frío que nos baña de pies a cabeza.

Jesús se hizo hombre para ser el amigo que ama en todo tiempo.

Un amigo es un espejo donde te puedes ver de una manera real para examinar lo que está bien y lo que está mal.

No siempre necesitamos perder algo, alguien, para darnos cuenta de cuánto lo estimamos.

Pedro tiene calambre en la sangre, azogue en el cuerpo, el corazón rebosante de amor y la mente siempre alerta a nuevas ideas.

Cuando el filósofo francés Voltaire dijo que toda la grandeza de este mundo no vale lo que un buen amigo se estaba refiriendo a Pedro Villa.

¿Qué tal si yo mismo soy lotería premiada para ellos?

Para conseguir un sueño necesitamos creer en que podemos hacerlo, pero necesitamos también rodearnos de personas que lo crean como nosotros.

Sorprendentemente la noche anterior nos proveyeron de una copiosa y suculenta cena a la que nos entregamos con fruición.

Uno de los mayores ejemplos de amistad en el Nuevo Testamento lo encontramos en la relación entre Pablo y Tito. Éste último era un pacificador.

Precisamente había soñado aquella noche que sus amigos le harían una broma.

Iban a compartir su sufrimiento y a tratar de apoyarlo para superar ese dolor.

El ládano es mencionado un par de veces en el libro de Génesis ya que solía transportarse como un producto comercial desde Palestina a Egipto.

Jesús arrima a ese con quien nos hemos enfadado o se ha enfadado con nosotros y lo pone a la altura, no de un enemigo sino de un hermano.