El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
A los gobiernos les encanta inventarse monstruos para justificar cadenas para sus súbditos.
Dios no estaba obligado a proporcionarnos a un sustituto y, menos aún, que Dios mismo fuera en Su Hijo encarnado, el sustituto.
La obra del Nobel es una de las mayores cartografías de la capacidad de horror y destrucción del ser humano: en sus libros Vargas Llosa nos avisa que “la degradación moral nos lleva al abismo”.
Hablar del cielo a algunos les parece motivo de burla, a otros de escapismo o especulación. Pero Jesús habló claro sobre un lugar que él prepara para los que le siguen.
El respeto con el que tratamos a lo creado tiene, pues, una dimensión escatológica que lo convierte en un imperativo para la ética cristiana.
Aunque sólo hiciera música durante cinco años, el carismático y autodestructivo Morrison logró forjar una leyenda a partir de su misteriosa muerte.
¿Quién no ha pensado que un día se descubrirá nuestra impostura, lo que somos en realidad? Jesús es la luz que vino al mundo y pone en evidencia lo que hay en la oscuridad.
No basta con tener pasión y ganas: sin una dirección clara, el negocio se vuelve frágil.
El juicio de Cristo expone las artimañas del poder estatal como ningún otro: la distorsión de la verdad, el uso del miedo y el espectáculo y la explotación de la población.
Chagall veía la Biblia como “historia humana”. Para él, “Cristo era un gran poeta, cuya enseñanza se ha olvidado en el mundo moderno”.
Lo que hacemos habla de lo que somos. Eso es lo que nos muestra Jesús al lavar los pies de sus discípulos.
Si no conocemos la revolución práctica que inspiró el calvinismo tampoco nos conoceremos a nosotros mismos como pueblo ni sabremos nada de nuestros problemas históricos.
La religión es para el director algo profundamente humano, pero “el Dios creado por el hombre es el espíritu del mal”. Y si hay algo esencial en su idea del cristianismo, eso es el sentido de pecado.
El que ama su vida, la perderá, pero el que la aborrece, la guardará. Exploramos lo que implica esta peculiar enseñanza de Jesús.
No por vivir en el siglo XXI bajo sistemas democráticos, nos libraremos automáticamente de la manipulación estatal, porque manipular a una población en su conjunto es muy fácil.
Cristina Oñoro (1979) acaba de publicar un libro sobre la misionera protestante Alice Gordon Gulick (1847-1903), pionera de la educación de la mujer en España. “En el jardín de las americanas: Una historia trasatlántica (1871-1936)” (Taurus 2025) hace por fin, justicia al origen de la Residencia de Señoritas.
La muerte es la realidad de la que nadie puede escapar. La historia de Lázaro nos muestra la compasión de Cristo y la respuesta final que él viene a dar ante este, el enemigo final.
Datos a nivel de Europa alertan de que hay muchos ciudadanos que se sienten aislados involuntariamente. El psicólogo Josep Araguàs apunta a la tecnología y al envejecimiento de la población, y remarca el papel relacional de las iglesias.
La mujer fue juzgada y expulsada de Egipto ipso facto.
Hace sesenta años que Coltrane grabó su canto al Amor supremo (A Love Supreme 1965), que cambió su vida. ¿Se convirtió entonces Coltrane al cristianismo? ¿Qué le pasó espiritualmente?
La imagen popular del cielo es algo que parece poco entretenido. Pero el verdadero paraíso, al que invita Jesús, es muy diferente.
Muchas veces la fijación de precios se hace por intuición o copiando lo que hace la competencia, sin un análisis profundo de los factores que influyen en la rentabilidad y sostenibilidad del negocio.
José Moreno Berrocal explica la controversia que resolvió este concilio hace 1700 años: “Nuestro señor Jesucristo no es como Dios, no es de Dios, sino que es Dios”.
El objetivo sigue siendo mantener a las masas dóciles, dependientes y entretenidas, mientras el poder estatal asume cada vez más responsabilidades sin ser cuestionado.
Se ha estrenado este fin de semana en España la película de James Mangold sobre los primeros años de Bob Dylan en Nueva York.
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