El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Ojalá la mujer pueda ejercitar sus dones y vocación, desde la normalidad, en la Iglesia Evangélica en España.
Jesús no fue machista. En su ministerio estaban incluidas las mujeres y así quedó registrado en el N.T.
Estoy más que segura que la mano de mi Señor estará al otro lado para llevarme a la otra orilla por siempre y sentir su abrazo precioso por toda la eternidad.
Consejera de Medios de Comunicación del Consejo Evangélico de Valencia, dirigió el primer programa evangélico de la TV pública valenciana. Es miembro de la Junta Nacional de Aglow España.
Un proyecto para potenciar la realidad ya presente de la inmensa labor que las mujeres de fe evangélica realizan en las iglesias y la sociedad españolas.
“El feminismo extremo ha hecho mucho daño en la iglesia, y aún se ve a la mujer que destaca como amenaza incontrolable”.
Un poema de Jorge Castañeda, inspirado en el Salmo 23. (Selecciona Isabel Pavón)
Nada podrá sustituir jamás al olor precioso de las hojas de un libro, especialmente de una Biblia.
En el ministerio, la clave es servir, darnos a los demás.
Jesús es el buen pastor y son sus maneras las que hay que imitar. A estos que menciono, deseosos de universalidad, no hemos tenido la oportunidad de conocerlos.
Treinta y tres autores de entre 30 y 39 años escriben sobre Jesús dirigiéndose a su generación. El libro se presentó en Valencia y levantará fondos para la organización anti-trata Esclavitud XXI.
El Salmo 23 es una apología de la esperanza; un clamor de fe por la seguridad; una determinación poética sobre el deber y la justicia divina; un himno de tono solemne que galopa acompañado por la valentía, aún en los profundos volcanes del infierno; es una voz íntima e interna que le susurra dulcemente a la conciencia que al final todo estará bien.
Jesús quiso estar con la gente. ¿Queremos nosotros vivir y estar con él?
Jesús prometió que regresaría, y esta es una promesa a la que tenemos que atender más a menudo.
Lo que hace la diferencia en la historia es la victoria sobre la muerte.
Ninguno de los discípulos creía que Jesús iba a resucitar. Pero los mismos que al principio se escondieron, cuando le vieron, llegaron a dar su vida por contarlo.
Allí estamos representados todos, con nuestras distintas actitudes hacia Jesús.
No dudó en entregarlo todo por ti y por mí.
Pilato tuvo muchas ocasiones para decidirse por Jesús, pero no lo hizo.
En la cruz, Jesús quiso llevar voluntariamente el dolor de la humanidad.
En la cruz sus manos fueron traspasadas. Esa es la muestra de su amor inquebrantable.
En las horas previas a su muerte, muchas personas mostraron cuál era el valor que tenía Jesús para ellas.
No nos dejemos llevar, como Judas, que traicionó al mejor amigo que tenía.
La clave de la historia es el señor Jesús. Es a él a quien seguimos.
Es Jesús quien busca a Pedro para restaurarle. Así hace también con nosotros.
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