El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
En el relato de Tirso, Dios pierde su carácter de Padre misericordioso y aparece como juez severo, implacable.
Enamorado como soy de sus dos obras sobre Juan Tenorio, me he inclinado por espigar en ellas pensamientos donde este poeta de los siglos de oro penetra en el corazón del Eterno.
En Tirso Dios pierde su carácter de Padre misericordioso y aparece como juez severo, implacable. Es el Dios del “ojo por ojo, diente por diente”.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.