El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Se ha caracterizado por un uso del lenguaje que lo ha llevado a las orillas de la mística.
En su poesía son palpables los alcances existenciales y la fuerza expresiva con que asume su labor lírica.
Su obra se ha desplegado progesivamente como en una serie de oleadas que, a cada paso, extrae del océano frutos refulgentes.
Podemos decir que el último Premio Cervantes está en muy buenas manos.
“Nunca he buscado la heterodoxia sino ampliar la base del canon, es decir, incorporar lo que había sido dejado de lado”, dice el escritor.
Para Carlos Mondragón, por su amistad y compañerismo sinceros
Con la obtención del consagratorio premio literario que recibió en estos días en España y la consiguiente publicación de toda su obra en ese país (Tarde o temprano, Tusquets), la figura de José Emilio Pacheco se coloca, por fin, a la altura de otros escritores mexicanos que lo obtuvieron antes: Octavio Paz, Carlos Fuentes y Sergio Pitol, todos amigos suyos y sobre quienes ha escrito en algún momentoLas opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.