El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
La justicia que conocemos en este mundo es distorsionada, a veces, una parodia de la verdadera. Pilato se ha convertido en un símbolo de esa injusticia.
Hoy, los gobernantes en semejanza con el Pilato de los tiempos de Jesús, nos darían palmaditas en la espalda y estarían muy satisfechos de que trabajáramos en la privacidad de nuestros templos.
Una historia de intriga, violencia y venganza en Roma nos ayuda a situar la fecha de la crucifixión de Jesús.
Arqueólogos de Israel descubren la pieza que pudo pertenecer al mismo Pilato que condenó a Jesús a muerte. El anillo se utilizaba para sellar documentos.
Sin la gracia salvadora y restauradora de Cristo, no somos más que trigo zarandeado por Satanás.
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