Desde España, Alianza Solidaria ha puesto en marcha una campaña de emergencia para atender a decenas de familias tras la explosión.

Una gran onda expansiva ha sacudido la ciudad después de que explotase un almacén lleno de nitrato de amonio en el puerto de la capital libanesa.

Desde mediados de octubre el país es testigo de manifestaciones multitudinarias que han provocado la dimisión del primer ministro. “Si el gobierno quiere parecer creíble debe dar paso a personas competentes, creíbles, íntegras y patriotas”, han manifestado los cristianos. 

77 personas sirias procedentes de campos de refugiados en Libano llegan a Roma gracias al corredor humanitario gestionado por iglesias evangélicas y una comunidad católica.

La Alianza Evangélica Mundial se une al llamado a la oración realizado por las iglesias evangélicas en Francia.

Un día antes de los ataques de París, 43 personas murieron en Líbano. El atentado con explosivos fue en un barrio dominado por las milicias de Hizbulah, enemigas de Daesh.

El Ejército libanés, apoyado por Hezbolá, milicianos cristianos y paramilitares laicos, pasa a la ofensiva para frenar el avance del Daesh (Estado Islámico) y Al Qaeda en las montañas.

El foco político internacional se desvía de Siria sin resolver una situación de intenso sufrimiento en los más débiles.

El líder del partido chií amenaza con atacar los altos del Golán y confirma el apoyo armamentístico de Al Asad en su lucha contra Israel.

Nabil Costa cuenta la dramática situación en Beirut tras explotar una bomba en el barrio cristiano, provocando la muerte de 3 personas, cientos de heridos y daños materiales.

La mayoría del equipo de la Sociedad Bíblica siria está en Aleppo, donde abren diariamente la tienda y el almacén bajo el sonido de los bombardeos.

Las explicaciones de un imán saudí a unos jóvenes sobre cómo golpear a sus mujeres dan la vuelta al mundo. El clérigo radical ha servido para alimentar la cruzada de diversos grupos en todo el mundo contra el Islam.

Nueve años acabamos de cumplir del cruel asesinato de Miguel Angel Blanco. Una terrorista se le acercó en la estación de tren, le preguntó su nombre y él ingenuamente se lo dio; le metieron en un coche y no mucho después, con toda frialdad, le dieron un tiro en la cabeza. Para sus asesinos aquel chico tenía la “culpa” de tener una ideología determinada y ser una posible moneda de cambio en la presión de ETA contra el gobierno español. Cualquier reivindicación nacional, por muy legítima que sea,