El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Reina estuvo a punto de abandonar, no por voluntad sino exigido por sus perseguidores, diversas penurias y enfermedad.
Cuando por fin parecía que estaban dadas las condiciones más propicias para ello, surgieron una serie de imponderables que Casiodoro debió afrontar con enorme estoicismo y una fe inquebrantable en que su proyecto alcanzaría un feliz cumplimiento.
Ensemble Bohórquez presentará un recorrido musical por la gran historia de la Biblia en un concierto conmemorativo del 450 aniversario de la Biblia del Oso, en el Monasterio de San Isidoro del Campo.
Las listas prohibicionistas hicieron que la clandestinidad fuese la única forma en que pudieran circular las traducciones neotestamentarias de Enzinas y Pérez de Pineda.
Sin la Biblia de por medio, la lengua y la literatura castellanas enfrentaron un relativo “atraso” para asimilar la influencia cultural y estética de la “madre de la literatura occidental”.
Reina tradujo la Biblia para ponerla en la mano de todos los creyentes una Europa convulsa. Su ejemplo de tolerancia habla a nuestra generación.
Cuando Reina tuvo dudas acerca de cómo tradujo Pagnino pasajes del Antiguo Testamento, menciona haber consultado el texto en hebreo.
Las características de esta edición de Alfaguara fueron, básicamente, la adaptación de la ortografía a los modelos actuales, “dejando intacto el lenguaje original del autor-traductor”.
Casiodoro deseaba que su traducción circularse en España, por lo cual es comprensible que haya silenciado fuentes consideradas sospechosas de ser heréticas.
El pueblo evangélico hispanoamericano siempre ha tenido entre sus manos un clásico de la lengua española, sin considerarlo necesariamente como tal, aunque sirviéndose de sus extraordinarias virtudes.
Su Universidad Autónoma ha acogido una exposición sobre los más de cuatro siglos de historia de la traducción de Casiodoro de Reina.
Reina encomiaba particularmente a que su traducción de las Escrituras al castellano no tuviese obstáculos para llegar a manos de los españoles y de los indios.
La historia siempre fascinante de los esfuerzos realizados, todos fuera de España, por un puñado de hombres y mujeres que se resistieron a seguir dominados por el catolicismo.
El reformador dio cuatro motivos que le animaron a perseverar en el objetivo de ver publicada la conocida como Biblia del Oso.
21 artículos o ensayos acerca de la magna traducción publicada en septiembre de 1569 en Basilea, Suiza.
La magnífica relación de Casiodoro con Grindal, basada en la confianza que consiguió obtener de su parte, contribuyó decisivamente a que, en medio de tantas peripecias y obstáculos, el gran traductor español limpiase su nombre.
En este país de fanáticos siempre me ha sorprendido su capacidad de ponerse en el lugar del otro. No es casualidad que este sea también el tema central de la Biblia, que él siempre lee en la versión Reina-Valera.
Intervención durante el X Encuentro Cristiano de Literatura celebrado en Salamanca.
José Moreno Berrocal impartirá una conferencia en la presentación de las actividades conmemorativas planificadas por Sociedad Bíblica para este 2019.
La Confesión de Fe de Casiodoro de Reina es un texto de gran valor histórico y todavía poco conocido. Una nueva edición, a cargo de Andrés Messmer, acerca la Confesión al lector contemporáneo.
El programa Buenas Noticias TV visita la Biblioteca Nacional para conocer la historia de una de las joyas literarias del Siglo de Oro: la traducción de la Biblia realizada por Casiodoro de Reina.
Contenido de este Nuevo Testamento Fácil son los 27 libros de esta segunda parte de la Biblia más seis libros de la primera parte.
Este autor, completamente enemistado con las posturas de los heterodoxos, se solaza en describir los itinerarios vitales y geográficos de quienes no cejaron en su intento por influir, a distancia, en el derrotero espiritual de España.
La Biblia del Oso se ha convertido en la traducción castellana más usada por los cristianos no católicos que leen la lengua de Unamuno, de Gabriela Mistral y de Amado Nervo.
Hoy, en este siglo XXI, somos nosotros quienes debemos tomar el relevo a Lutero y a todos los que participaron en ese movimiento reformista del siglo XVI, intentando que la Palabra de Dios llegue a toda tribu, lengua y nación.
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