El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Su histórico estudio aún sonroja por su denuncia. "Es más fácil reclutar niños como soldados por la proliferación de armas ligeras de bajo costo".
“Mi nombre es Alphonsine Imaniraguha, que es un nombre kinyarwanda que significa 'Dios te da'”.
Vino a mi mente el tema de la tolerancia. Tolerancia con todos, tolerancia para convivir; pero de un modo muy especial la tan necesaria tolerancia entre hermanos.
cuando te sientas demasiado orgulloso de lo que haces, y muy pagado de ti mismo, recuerdes que en la vida nadie, nunca, triunfa sólo.
Nuestro Dios, el Señor de la misión, nos pide muchas cosas, pero sin postrarnos a los pies del Señor, no iremos a ninguna parte.
Vamos a ser muy golpeados por las mareas, las arenas, el viento y el agua; aún así. Cuando estemos aferrados a nuestra Roca, y muy unidos unos a otros, claro que nada nos ha de mover.
Cuando pienso en la lista de los héroes de la fe de Hebreos 11 se me cae, y bien caído, por los suelos todo lo relacionado con la falsa teología de la prosperidad.
Cada uno de estos procedimientos llevan consigo dolor.
¡Hoy decido levantarme en el Nombre de Jesús! Y pido perdón si molesto, pero va a ser que ahí queda, ya me dolía demasiado la espalda de tanto agacharme.
No hay lugar más grande, ni sitio más seguro, ni nadie mayor sobre quien reposar, que ante los pies y entre los brazos del Salvador.
Una mujer absolutamente estereotipada y encasillada, fruto de una vida nada fácil y con un amor que jamás dejó de sentir por un esposo que no le correspondió en la medida de lo correcto ni la amó tal como ella lo amaba.
Soy ciudadana del cielo, pero piso la tierra, no vivo en comunidad ni pertenezco a ninguna secta, y me relaciono y amo a personas que tal vez no piensen como yo, pero a las que amo profundamente y no pienso dejar de hacerlo.
¿Sabes qué Dios todavía habla hoy?
Cuando no sabes a donde huir…. ¡Corre hacia Dios!
Somos muy dados a querer lograr que las personas que nos rodean sean tal y como nosotros queremos.
Quiero es que mi propio palacio esté construido con el mayor amor, pasión y entrega de mí misma hacia mi Señor.
Llevo unos días empapada en el Nilo de aguas caudalosas, en Egipto, de la mano y el corazón de Stuart Park en su último precioso libro.
El hecho que está recogido en muy pocos lugares, de que contaba los pasos para ir a la iglesia, o que cantó durante 50 años en el coro de su iglesia, me llevan a pensar que tuvo unos padres que la educaron bien y en los valores de Dios.
A solas con nuestro Dios, ocurra lo que ocurra, podemos experimentar paz y gozo que renuevan, son un refrigerio a todo nuestro ser.
Todo lo mío es el efecto de tener un Dios de Amor tan maravilloso en mi vida que vale la pena conocer.
Dios firma, pone su única firma maravillosa en cada ocaso, en todo lo que crea continuamente, pero de manera muy especial en cada uno de Sus hijos.
Cuando arrepentidos le dejamos el teclado, el creador y restaurador de melodías de vida, toma el control y vuelve a retomar lo equivocado de nuestras decisiones y acciones.
Supongo que ningún niño me estará leyendo, pero quiero terminar esta reflexión con algo alegre para ese niño que todos llevamos dentro... Dios es amor.
Mi Señor toma cada una de mis cosas no perfectas y la convierte en algo maravilloso, porque allí va a reposar el poder de Cristo.
Es muy fácil olvidarse de personas casi anónimas entre el alborozo de una salida tan triunfante, pero es mucho más triste que muchos miren a la Cruz de Cristo y no valoren todo lo que él hizo por nosotros.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.