El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
No sé, mi Dios, para qué me tienes aún rondando entre las horas.
Un poema sobre la bendición de Números 6 a los hijos de Israel, viralizada mundialmente en la canción "The blessing".
Si permaneciéreis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres (Jn 8:31-32).
Escribo ideas, pobres anagramas a la espera de ver arder la llama del Sinaí.
Un poema inspirado en los Salmos de David.
Pusiste verdad y mentira como únicos caminos. Pero nosotros construimos laberintos sin salidas.
Conspiran los reyes de la tierra su juego de tronos y de acuerdos.
Paráfrasis poética del Salmo 139: “Vieron tus ojos mi embrión, y fue mi ser misterio y poema”.
Un poema inspirado entre pasos por el monte de los olivos, en una visita a Jerusalén.
‘Hombre y mujer diferentes, pero iguales en dignidad y derechos, es un diseño divino que incluye la misión común como propósito de Dios’
Una paráfrasis poética de Mateo 5:13.
Me hiciste soñador de mares, descubridor de ignotas islas, espuma de veredas estelares.
Una reflexión en la ceremonia de entrega de los Premios Nuevo Amanecer 2024.
Tu no habitas tras los muros del Templo...
Yahweh Nisi.
Fue la explosión de una bomba de amor en lo alto de una cruz de madera.
Una sola cruz de madera, vacía, eternizó todos los amaneceres, cumplió todas las profecías, brotó en la roca ríos y fuentes.
El misionero norteamericano John Britton Hancock denuncia que en Nicaragua expropian y acosan legalmente a líderes y misioneros por miedo a su capacidad de convocatoria e influencia por el impacto de su labor social y espiritual.
“Mi fe me lleva a preguntarme siempre: ¿Qué haría un cristiano en esta situación?”
Recuerdo de D. José María Martínez en el centenario de su nacimiento
Podemos y debemos elegir entre la cultura del agradecimiento o la de la queja.
La justicia y la paz se besaron.
Ciegos y guías de ciegos, con música de tamboriles para bailar entre el cieno.
Luchaste como luchan las palomas, armada con una rama de olivo, en un forcejeo inmenso de alas.
Cuando el cielo y la tierra se fundieron en un abrazo.
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