El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Es difícil esperar algo de la vida, cuando estás de vuelta de todo. Ya no crees en nada, ni en nadie.
La obra de Scorsese y Schrader está marcada por la búsqueda de redención, en figuras como Travis, inmersas en el infierno de la ciudad, pugnando constantemente por liberarse de sus pecados, en una catarsis de violencia y horror.
Cuarenta mil libros se han escrito ya sobre Kennedy, pero lo que a King le interesa es algo mucho más personal: ¿tiene nuestra vida remedio, después de todo?
La última película de los hermanos, Coen, “¡Ave, César!”, nos enfrenta al problema de lograr el misterio de la fe en la pantalla, cómo poder ver para creer.
La preocupación del artista es penetrar psicológicamente en las escenas del Antiguo y Nuevo Testamento. Da una visión humanista de la Biblia.
“Truman” nos invita a prepararnos ante esa cita ineludible, la única certidumbre que traemos a este mundo: que igual que venimos, un día nos tenemos que marchar.
La premiada película ‘Spotlight’, sin caer en un efectismo escabroso, nos enfrenta a la verdad que el público religioso no quiere escuchar.
Melville no deja lugar a dudas: su novela trata sobre el vano intento de la criatura por acabar con el Creador.
En ‘Mia madre’, el director Nanni Moretti retrata de forma personal el desconcierto que provoca el desorden del mundo.
Lo maravilloso de ‘La sesión final de Freud’, que vuelve ahora a una pequeña sala de Madrid, es que presenta los argumentos de la fe, sin que resulten amenazadores.
El Thyssen expone ‘La ilusión del lejano Oeste’, un viaje al mítico mundo del western. Allí también llegó el evangelio.
En ‘Regreso a Ítaca’, del director francés Laurent Cantet, se siente el cansancio de la vida, pero también una ira, que va más allá del desencanto.
La historia de Louis Zamperini, narrada en ‘Invencible’, no es un ejemplo del poder humano para perdonar, sino de la completa incapacidad para vencer el pecado y evitar sus desastrosas consecuencias, sino fuera por la gracia de Dios.
Esta historia nos dice mucho acerca de nosotros mismos: nuestro carácter, relaciones, prioridades, comunidades y hasta espiritualidad, están reflejados en estos libros.
Acaba 2015 y me he puesto el desafío de destacar una sola obra de literatura, cine, música y teatro, que considere la vida a la luz de las últimas preguntas, las que realmente importan.
‘El puente de los espías’, la nueva película de Steven Spielberg, es un gran relato de Navidad.
Las palabras de Darth Vader, “Yo soy tu padre”, dieron tal giro a la serie de Star Wars, que a partir de entonces, se convierte en la mitología soñada por George Lucas.
La Transición es un periodo extraño, que resulta todavía oscuro, incluso para aquellos que lo vivimos.
Más que una obra contra el Islam, “Sumisión” es una radiografía de la agonía moral de una cultura en declive, Occidente.
Robinson Crusoe no se basa en la divulgación de ciertos hechos históricos, sino en la creación de una poderosa metáfora, que sigue estimulando el pensamiento humano.
Hefner construyó un imperio en base a una versión alternativa de la realidad, que forma en cierto sentido, una religión.
La nueva película de Alejandro Amenábar, ‘Regresión’, refleja la obsesión evangélica con las sectas satánicas.
Llega a Madrid la exposición internacional The Exhibition sobre el Titanic, un barco y un naufragio que sigue despertando fascinación.
En “Irrational Man”, una de las películas más desconcertantes que ha hecho Allen en los últimos años, el director vuelve a los grandes temas de Dostoievski.
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