El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Este artículo pretende explorar el significado y el uso de la palabra policéntrico en los estudios sobre la misión cristiana en la actualidad y considerar sus implicaciones para la misión en Europa.
En Europa nos hemos acostumbrado a la llegada de solicitantes de asilo y refugiados, sobre todo cuando unos dos millones de personas huyen de los conflictos en Siria y Afganistán. Sin embargo, la crisis migratoria de Ucrania ha sido diferente.
Del 17 al 21 de octubre de 2022, 600 líderes cristianos de toda Asia se reunieron en Bangkok (Tailandia) bajo el lema “Repensar la Iglesia y la Misión: La agenda de Dios para hoy”.
Las voces silenciadas de la iglesia en Europa se escucharon de forma más prominente en Lausana Europa 20/21 que en cualquier otro encuentro evangélico europeo, pero todavía tenemos trabajo que hacer.
En los últimos 60 o 70 años, el pensamiento sobre la misión se ha visto dominado por la idea de que la misión es un asunto de Dios.
Nos encontramos en una frontera misionera en la periferia del cristianismo mundial. Esto debe hacer que los cristianos europeos sean humildes, pero también esperanzados.
La apologética dirigida al ateísmo sólo llega a una pequeña proporción de la población europea. El reto mucho mayor es llegar al enorme número de europeos no creyentes que son indiferentes al cristianismo y consideran que la religión es irrelevante en la vida moderna.
Este 8 de mayo ha hecho setenta y cinco años que las fuerzas nazis se rindieron formalmente a los aliados. Pero el 9 de mayo ha sido también el septuagésimo aniversario del discurso de Robert Schuman que se celebra en toda la UE como el Día de Europa.
Ponencia de Jaime Memory, misionero por 15 años en Córdoba y profesor del Redcliffe College en Reino Unido, en el encuentro anual de la AEE en Sevilla, Idea 2016, Análisis con datos que muestran los retos sociales, políticos y espirituales que afronta España
Los plantadores de Iglesias deben resistir la tentación de asumir que las iglesias en crecimiento proporcionan modelos generalizables para la expansión en otros lugares, y que la aparente ausencia de éxito en el presente es un signo de que Dios no está trabajando.
Debemos replantearnos a fondo nuestro concepto de plantación de iglesias si queremos romper la “falacia cuantitativa” que mide el éxito según los números, en vez de según la misión transformadora de Dios.
Demasiado a menudo, los plantadores de iglesias se centran en las cosas que se pueden contar con facilidad, lo que les puede impedir ver medidas transformadoras más importantes que están estrechamente relacionadas con los conceptos bíblicos de arrepentimiento y discipulado.
Por primera vez en una generación los europeos se están cuestionando la esperanza y seguridad que este mundo ofrece. Las iglesias deben recuperar la confianza en el Evangelio como esperanza para Europa.
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