¿Por qué la Biblia no se refiere a tales criaturas, tan parecidas físicamente a nosotros y más inteligentes incluso que la mayoría de los animales?

Es cierto que existen cientos de fósiles de humanos y de simios prehistóricos. Sin embargo, no hay conexiones graduales ni vínculos evidentes que demuestren ninguna relación entre tales grupos.

Un grupo de arqueólogos ha descubierto la antigua mandíbula de lo que sería una nueva especie de simio muy cercana al último ancestro común de gorilas, chimpancés y humanos. La mandíbula es de un ancestro común de gorilas, chimpancés y humanos, según los arqueólogos.

En esta ocasión creo que el obispo Fernando Sebastián tiene razón al considerar tema de risa, no tanto los derechos de los simios a quienes la Ministra de Medio Ambiente apoyará en el Congreso bajo el “Proyecto Gran Simio”, sino porque, como dice el prelado, por querer parecer progre se puede hacer el ridículo.

EL Congreso español ha recibido una proposición no de ley que recoge las reivindicaciones del “Proyecto Internacional Gran Simio”. Es un programa no gubernamental que considera desde la «cercanía genética y evolutiva» ampliar la «fraternidad y la comunidad moral» a los animales que entienden más próximos al hombre. La noticia ha despertado confrontación y debate.