El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Incluso la fiesta llega a producir hastío, porque no pueden llenar el vacío del corazón. Así lo retrata el libro que comentamos.
Diane Keaton (1946-2025) se dio a conocer al gran público en la trilogía dirigida por Coppola.
El sueño de la comunidad se hizo realidad durante la primera etapa de la iglesia cristiana en Jerusalén.
El trauma de la pérdida de la inocencia en la infancia nutre la obra de dos de los grandes escritores del siglo XX en Norteamérica: Truman Capote y Harper Lee.
La conferencia tendrá lugar en Madrid el 17 y 18 de octubre, con José de Segovia, Sam Masters y Matthew Leighton como ponentes. Un artículo de Juan Pablo González.
Obras como “1984” o “Rebelión en la granja” supieron anticipar el peligro de la pesadilla del totalitarismo que representa el poder de un Gran Hermano, cuya fuerza va más allá del Estado, ya que se basa en su completo dominio del lenguaje.
Si nuestro mundo confía en que el hombre es naturalmente bueno, la fábula de Golding nos muestra que el mal vive en nosotros.
Aunque tengamos fe, la obra de Dios en nuestra vida no es terminada hasta que nos encontremos con Jesús cara a cara.
George Orwell nos mostraba la pesadilla de un totalitarismo que basa su dominio en el lenguaje, en lo que muchos consideran un libro profético.
Este fascinante relato cuenta la vida de dos hermanos, que fluye como un río, sin que podamos resolver muchos de los interrogantes que plantea el misterio de la condición humana. ¿Por qué estos dos hijos, criados en la iglesia de su padre, tienen una existencia tan diferente?
Al llegar a la historia del inicio de la iglesia, vemos que esos temerosos discípulos se convierten en los valientes defensores de Jesús.
El personaje que construyó Hemingway se sigue confundiendo con su persona. Jugaba con la idea de su autodestrucción, y la muerte como liberación.
Los libros de Stephen King nos enfrentan a nuestras pesadillas, pero también al monstruo que habita dentro de nosotros mismos, del que no nos podemos apartar.
A partir de algo que, a ojos humanos, parecía pequeño e insignificante, la historia de la humanidad cambió para siempre. Así fue la obra del Espíritu Santo en Pentecostés.
El libro de Joseph Conrad describe la experiencia de la vida y el hallazgo del mal, en un descenso infinito al corazón propio, del que el ser humano no puede salir por sí solo.
Algunos elementos de sus relatos apuntan a una verdad más profunda, que Lewis descubrió en los Evangelios.
La influyente obra de H.G. Wells ha inspirado obras de radio, cine o cómic, con un planteamiento central: ¿cómo responderíamos ante una amenaza global de alcance catastrófico?
En 1967 ya se publicaban sus tiras en 745 diarios y 393 dominicales en Norteamérica. Sus historias eran leídas por la mitad de la población de Estados Unidos y gran parte del Canadá, así como en cientos de periódicos extranjeros.
A Wilde se le lee cada vez más en clave cristiana, al considerar que el autor británico se acercó a la fe al final de su vida.
En el matrimonio, el amor se refleja más en actos, que emociones. No se trata de lo que uno recibe, sino de lo que da.
Esta no es la historia de una ballena, sino más bien una dura parábola sobre la lucha del hombre con Dios.
Schulz es honesto consigo mismo cuando decía que tenía a “Cristo como su Señor y Salvador”, pero reconocía que peleaba continuamente “con algo oscuro y nada cariñoso”.
La ciencia no es suficiente para dar respuesta a las preguntas fundamentales, aquellas que apuntan al propósito de nuestra vida.
Para el no creyente, Scholl representa la “santidad laica” del sacrificio que ninguno de nosotros nos vemos haciendo. Para el cristiano, ella es la fe que actúa, frente a nuestra continua complacencia.
La razón humana produce monstruos. Esta historia, más que terrorífica por lo externo, asusta por lo que refleja de la oscuridad que vive en cada uno.
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