El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Tras ganar la final de la Eurocopa femenina contra España, la delantera cristiana dio públicamente las gracias a Dios.
Cuando no tenemos cuidado con nuestras motivaciones y actitudes, la competitividad puede llegar hasta lo espiritual.
La victoria y la derrota son circunstancias accidentales en nuestra vida, no definen quiénes somos realmente.
Tenemos que seguir renovando nuestro compromiso, decidir si queremos luchar, o simplemente ser espectadores.
Ganar un alma es darle sentido y significado a la existencia de los que nos rodean ¡Es una conquista que supera cualquier otra experiencia!
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