Joaquín Márquez, pastor y psicopedagogo, explica la relación entre el intelecto y las emociones, repasando ejemplos bíblicos y lo que las Escrituras nos pueden enseñar sobre ello. Una entrevista de Beatriz Garrido.

Un estudio indica que una intensa experiencia traumática puede activar por sí misma recuerdos que no estén relacionados con ella. Los autores del trabajo de investigación plantean que el estrés podría contribuir a generar asociaciones inapropiadas en el cerebro.

Los próximos días 4 al 7 de mayo de 2009 tendrá lugar el seminario bianual de Teología y Psicología pastoral, que se llevará a cabo en Coma-Ruga (El Vendrell), a cargo de la Comisión de Teología de la Alianza Evangélica Española.

El próximo mes de febrero habrá una conferencia titulada “Transmisión de valores desde la educación emocional”, que estará a cargo de la psicóloga y profesora universitaria Ester Martínez.

La pérdida del sueño conduce a una conducta emocionalmente irracional, según determinaron los investigadores que llevaron a cabo el análisis. Es como si con la falta de sueño el cerebro revirtiera a una pauta más primitiva de actividad, con menos capacidad para colocar las experiencias emocionales.

Hace un año, Israel atacó el Líbano y el conflicto desembocó en una grave situación humanitaria. Doce meses más tarde se han recuperado infraestructuras pero la inestabilidad dificulta la llegada de más ayuda.

Es un tema de mucha actualidad, que fue impartido el pasado 24 de marzo en Madrid, en el 38 aniversario de la UDME (Unión de Mujeres Evangélicas de España).

¿Qué ocurre en el interior del cerebro para que una experiencia dramática quede congelada en la memoria? Ese fenómeno es conocido desde hace años como memoria "flash" o "flashbulb". Con ese término, científicos estadounidenses explicaron en los años 70 cómo tras grandes sucesos, como los asesinatos de Lincon o Kennedy, la población mantenía sus vivencias pese al paso del tiempo. Se especulaba entonces que las emociones influían en la memoria humana al activarse una pequeña región del cerebro, de

Ester Martínez considera que 4s esencial saber cómo enfrentar la educación; y especialmente la transmisión de valores en la familia entendiendo a la hora de educar las diferentes etapas de crecimiento del niño: desde los nueve meses de gestación, pasando por la edad de bebé, y el momento del “descubrimiento de la realidad subjetiva” entre los dieciocho meses y los tres años. Luego, de 3 a 6 años es cuando se produce el descubrimiento de la realidad exterior, para llegar de los 6 a los 9 años a l

El fin de semana pasado se celebró en la iglesia protestante de Marín la II Xornada sobre Inmigración, que reunió a personas comprometidas con labores de apoyo, expertos en el tema y, lógicamente, hermanos inmigrantes. Todos enfatizaron la urgencia y necesidad de que los cristianos sean cauces del amor de Dios para los emigrantes.