«La recuperación emocional lleva más tiempo que la reconstrucción de un puente»

Este conflicto armado supuso la muerte de más de mil personas, el desplazamiento de un millón de personas y daños materiales valorados en 9,4 billones de dólares.

Ahora, un año más tarde, intenta abrirse camino una población que ha desarrollado, por instinto de supervivencia, una extraordinaria capacidad de adaptación al contexto pero que también está desgastaba por tanta inestabilidad.

Según la ONG "Acción contra el hambre" y otras organizaciones como Unicef, durante este tiempo en Líbano se han reconstruido carreteras y puentes y se han levantado nuevas escuelas, hospitales y sistemas de suministro de agua. Sin embargo, colectivos como el de la infancia todavía sufren lesiones invisibles del conflicto, ya que su recuperación emocional requiere mucho más tiempo que cualquier reconstrucción material.

En todo el país, además, no puede decirse que se hayan acabado los episodios de violencia, por lo que el acceso a las víctimas se ve dificultado a menudo.

Además sigue el peligro de que más de un millón de minibombas de racimo que estan sin estallar en los caminos, los campos y las viviendas y, además, ha provocado que en el sur del país el 25% del suelo cultivable no se pueda utilizar.

Según esta ONG, para mejorar la situación la comunidad internacional debería implicarse más, asegurar las necesidades básicas de la población y cumplir los acuerdos de ayuda alcanzados tras el conflicto.

Unos 400.000 refugiados palestinos viven oficialmente en Líbano pero la cifra se duplica al margen de los campos de refugiados.