El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Los hijos de hoy necesitan padres que no se comporten como todos lo hacen: que no busquen lo mejor para ellos mismos, sino que sean en primer lugar, padres que les amen.
Tenemos un miedo atroz a perder la autoridad con nuestros hijos, ¿no te parece?
Los hijos se incorporan a la familia como continuidad de una historia de amor que se inició entre sus padres antes de que formasen parte del proyecto familiar. Una historia de amor que los propios hijos enriquecen.
Dios nos creó como seres relacionales, siendo el matrimonio y la familia, el primer lugar donde debemos suplir esa necesidad de soledad y compañerismo.
La Escritura enseña que los padres deben tratar con respeto y justicia a sus hijos, educándolos cultural y moralmente, pero sobre todo espiritualmente.
“No tenemos que ser amigos ni coleguitas de nuestros hijos porque somos sus padres y, entonces, se quedarían huérfanos” dice el juez Emilio Calatayud.
Los expertos ven el cachete o el encierro como negativo; se promueve “quitar al niño lo que no se ha ganado” y “premiar sabiamente como incentivo antes que el castigo”.
Foro sobre esta forma de maltrato, verbal o físico, mantenida en el tiempo, y ejercida por niños o adolescentes sobre otros con intención de intimidarles.
Los jóvenes que tienen una relación más afectiva con su progenitora tienen menos tendencia a consumir alcohol, tabaco o cannabis.
El Gobierno nórdico cambiará los tradicionales cuadernillos de caligrafía por clases de mecanografía.
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