El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
A lo largo de los años he utilizado la palabra hablada en infinidad de ocasiones y he utilizado también la palabra escrita.
“25 ENIGMAS DE LA BIBLIA”, por Máximo García Ruíz, Ediciones Noufront, Valls, (Tarragona), 2018, 247 páginas.
Ahora, en la etapa final de mi existencia, quiero dejar escrito un reducido balance de mis trabajos.
Frente a una sociedad que tiende a destruir la armonía del ser y del universo, existe la posibilidad y la certeza de reencontrarla, porque es un reino que está dentro de nosotros desde el principio.
Explica Claudio Gutiérrez Marín que "el español no siguió a los reformadores. Los intelectuales se encogieron de hombros. Pensaron que la Reforma era semejante a la Iglesia que ellos conocían muy bien; creyeron que la Reforma no podía transformar ni salvar a la nación”.
La humanidad se ha vuelto sorda ante los dolores y clamores del desvalido. Hemos llegado a ser peores que los animales irracionales. El egoísmo y la confusión lo invaden todo. En esta ceremonia de locura sólo tenemos un camino claro: eperar a Godot.
Es preciso que desaparezca esa vergüenza de que en un país que se dice cristiano, y donde los 9.999 por cada 10.000 no han leído el Evangelio, sirva éste todavía para que lo recorten en pedacitos, los cierren en unas bolsitas bordadas por monjas, y llenas de lentejuelas y las cuelguen del cuello de los niños a guisa de amuleto.
Entre la mente de Dios y la mente del hombre existirá siempre esa abismal distancia teórica que hay entre el cielo y la tierra de la que habla el profeta Isaías. Los caminos de Dios no son los caminos del hombre. Ni los ojos de Dios son los ojos del hombre.
Copleston dice a Russell que si cree en la experiencia de enamorarse o de apreciar la poesía y el arte, con qué derecho niega la posibilidad de la experiencia religiosa personal.
La pasión que Hawking manifiesta por conocer el origen y destino del Universo no es nueva. En realidad, es tan antigua como el hombre mismo.
A trabajar sin tregua ni descanso en pro de la libertad de conciencia que es la vida de nuestra vida y será, cuando implantada se halle en nuestras leyes y en nuestras costumbres, la única garantía posible de una España culta, grande y progresiva.
Fue, a mi juicio, un hombre que combatió en su época todas las formas de inhumanidad en el orden social.
"El Cristianismo, que bajo la férrea envoltura de la Teología, la disciplina y la jerarquía romana pareció enemigo de todo progreso, no solamente no se oponía a lo que era justo y noble y grande en el progreso humano, sino que lo promovía y lo adelantaba", aseguró Araujo.
Para el gran pensador rumano, “es difícil creer en algo, si no crees siquiera en ti mismo y en que tiene algún sentido el que cada día te levantes”.
El 11 de marzo de 1910 tuvo lugar en Madrid un acto evangélico a favor de la libertad religiosa, organizado por una comisión presidida por Francisco Oviedo.
Al que cae no se le permite ni oír ni sentir que ha llegado al fondo. Sólo sigue cayendo y cayendo. Es el tipo de caída destinada a los hombres que en algún momento de su vida buscaron en su entorno algo que éste no podía proporcionarles.
Que caigan todas las barreras denominacionales allí donde existan. Tal vez podríamos ser un ejemplo para el resto del mundo.
“Soy cristiana, de democracia cabal. Creo que el Cristianismo con profundo sentido social puede salvar a los pueblos”, afirmaba la poetisa.
La Biblia, libro que desde su primera a su última página evoca el futuro, no registra ni una sola vez el sustantivo futuro aplicado al ser humano.
Papini quiso llegar al ateísmo integral. Pero Cristo le esperaba, como a la samaritana junto al pozo de Jacob.
Una selección de citas de personalidades de diversos ámbitos acerca de la idea de la felicidad.
Nos sorprenderá no poco advertir que nos equivocamos al concebir a Dios más como Juez que como Abogado, más como Fiscal implacable que como Padre amoroso y compasivo.
Estamos olvidando, tristemente, que la salvación del individuo y del género humano está en el amor, sólo en el amor.
Es, a través de las leyendas, donde Bécquer más ahonda en el alma, que, en la mayoría de los individuos, se mueve entre la afirmación y la negación.
Me dan miedo los que se declaran poseedores de la verdad absoluta en materia de interpretación cristiana. Porque son inquisidores potenciales.
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