El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. (Isaías 9:6)
Si permaneciéreis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres (Jn 8:31-32).
Escribo ideas, pobres anagramas a la espera de ver arder la llama del Sinaí.
Un poema inspirado en los Salmos de David.
Pusiste verdad y mentira como únicos caminos. Pero nosotros construimos laberintos sin salidas.
Conspiran los reyes de la tierra su juego de tronos y de acuerdos.
Paráfrasis poética del Salmo 139: “Vieron tus ojos mi embrión, y fue mi ser misterio y poema”.
Una paráfrasis poética de Lucas 24:36.
Y he aquí, ante mí calzada recta donde el torpe no se sale del camino; donde aún el cojo, y el que tropieza, reencuentra siempre su destino.
Una paráfrasis poética de Mateo 5:13.
Me hiciste soñador de mares, descubridor de ignotas islas, espuma de veredas estelares.
Yahweh Nisi.
Fue la explosión de una bomba de amor en lo alto de una cruz de madera.
Una sola cruz de madera, vacía, eternizó todos los amaneceres, cumplió todas las profecías, brotó en la roca ríos y fuentes.
Podemos y debemos elegir entre la cultura del agradecimiento o la de la queja.
Ciegos y guías de ciegos, con música de tamboriles para bailar entre el cieno.
Una versión poética del Salmo 40:1-17.
Mi alma en Ti siempre descansa porque en mí has fijado tus ojos.
Podemos descubrir misterios, anhelar ignotos sueños, amar intensamente por segundos, correr detrás de lo eterno.
Si los sueños se rompen en cristales miro más alto, más lejos, más profundo.
Sólo se combate la mentira desde la verdad, nunca desde la confusión.
El ser humano, sin paraíso, busca reino. Y el ángel de luz lo ofrece.
El león y el cordero serán apacentados juntos (Isaías 65:25)
Un poema sobre la bendición de Números 6 a los hijos de Israel, viralizada mundialmente en la canción "The blessing".
Pronunciaste mi nombre como nadie lo ha pronunciado. Sonó como un vuelo de alondras en un campo de trigo.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.