El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Esta sociedad tampoco era del todo perfecta. Un sector social importante no fue incorporado a la normalidad y estos fueron los jorobados.
Yahvé y Adán paseaban en el huerto del Edén, considerando con abstracción y asombro todo lo creado. — ¿Qué te parece la precisa colocación del aparato estridulatorio en la cigarra para producir su canto característico? —dijo Yahvé.
—Sabes que Dios todo lo puede, ¿no?
—Pues hay una cosa que no puede, y es que no puede no amar. Entonces no obra con nosotros según un capricho, sino según su amor…
¿Cómo es que Dios permite que las filas cristianas estén ocupadas también por legalistas, hipócritas y mangantes?
—Entonces, ¿cuál es tu mediación entre Dios y yo?
Me acaba de arreglar el día este simpático muchacho, así que le agradecí el cumplido entregándole una cuantiosa propina...
—Sustantivadme a Dios— dijo el profesor a sus alumnos—. Ya sabéis, algo que le identifique teniendo en cuenta lo que hemos estudiado en este curso.
Un cuento de Antonio Cárdenas.
Un cuento de Antonio Cárdenas.
Una persona normal que, como todos, se cree el cuento.
Un cuento de Antonio Cárdenas.
Un cuento de Antonio Cárdenas.
—Estoy aterrorizado, cada noche temo que el armario de la habitación me va a caer encima estando en la cama.
Un cuento de Antonio Cárdenas.
Aquel día no debí salir de casa. Llevaba noches sin dormir. Un suceso de relativa importancia me estaba preocupando en exceso.
— Pero… ¿por qué ha permanecido el pastor los cinco minutos de su predicación a pata coja? Un cuento de Antonio Cárdenas.
El capellán exclamó para sí: Hoy ha venido la salvación a esta prisión. Un cuento de Antonio Cárdenas.
Sergio Cárdenas dirige, desde, 2005 la Orquesta Sinfónica “Estanislao Mejía”, de la hoy Facultad de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México.
— ¡Cuántos en el futuro desearán tener esa oportunidad que desaprovechaste! Aquella petición que te habría reconciliado con Dios Padre. Un cuento de Antonio Cárdenas.
- Pero, cariño, he prometido amarte siempre y te ha de bastar mi palabra. - Si de verdad me quieres no te habría de importar someterte a esta operación. Un cuento de Antonio Cárdenas.
"—Pasaréis un año de prueba antes de ser llamados discípulos míos". Un cuento de Antonio Cárdenas.
"El cristal de la balconera estaba agrietado, pero no se cambiaba porque todavía separaba el interior del exterior...". Un cuento de Antonio Cárdenas.
Mira, todo lo que ves a tu alrededor lo ha creado Dios nuestro Señor. Dale siempre gracias.
Nos levantaremos e iremos a nuestros hijos y les diremos: hijitos nuestros, lo sentimos mucho, nos hemos equivocado. Ya no somos dignos de ser llamados vuestros padres.
Aunque siempre salíamos con las manos vacías, los dependientes quedaban con mejor disposición para atender la masa de gente que llegaba tras nosotros.
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