El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Conspiran los reyes de la tierra su juego de tronos y de acuerdos.
Paráfrasis poética del Salmo 139: “Vieron tus ojos mi embrión, y fue mi ser misterio y poema”.
Una paráfrasis poética de Lucas 24:36.
Una reflexión sobre nuestra contribución al bienestar o malestar de aquellos que nos rodean.
Y he aquí, ante mí calzada recta donde el torpe no se sale del camino; donde aún el cojo, y el que tropieza, reencuentra siempre su destino.
A veces caemos en la trampa de pensar que nosotros somos los que decidimos todo.
Una paráfrasis poética de Mateo 5:13.
Me hiciste soñador de mares, descubridor de ignotas islas, espuma de veredas estelares.
Yahweh Nisi.
Una reflexión sobre el trabajo a la luz de los primeros capítulos de Génesis.
Fue la explosión de una bomba de amor en lo alto de una cruz de madera.
Una sola cruz de madera, vacía, eternizó todos los amaneceres, cumplió todas las profecías, brotó en la roca ríos y fuentes.
Una reflexión sobre Eclesiastés 2:24.
Podemos y debemos elegir entre la cultura del agradecimiento o la de la queja.
Necesitamos recordar que Dios está con nosotros y nos ayudará a ser lentos para la ira: es parte del fruto del Espíritu de Dios.
Ciegos y guías de ciegos, con música de tamboriles para bailar entre el cieno.
Una reflexión sobre la importancia de escoger el camino correcto aunque no sea el más sencillo, a partir de la enseñanza de la Biblia.
Seguimos a un Dios que se apasiona con su obra, y somos invitados a vivir así.
En el corazón de la “Zona Azul”, 50 grupos religiosos organizan decenas de actos. Ecologistas evangélicos presentes en Dubai explican lo que piensan hacer en el gran evento de la ONU.
Los cuáqueros aplicaron la enseñanza de Jesús sobre la honestidad a los precios. ¿Y nosotros?
Una versión poética del Salmo 40:1-17.
Mi alma en Ti siempre descansa porque en mí has fijado tus ojos.
Podemos descubrir misterios, anhelar ignotos sueños, amar intensamente por segundos, correr detrás de lo eterno.
Todo cambió cuando José se dio cuenta de la necesidad a su alrededor.
Al amar al Señor, aprendemos a disfrutar mucho más del día a día.
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