AEE cuestiona iniciativa ecuménica de Tunnicliffe y el Papa

La Alianza Evangélica Española (AEE) ha hecho público este lunes un comunicado en el que expresa sus discrepancias con respecto a algunas de las declaraciones realizadas por el secretario general de la Alianza Evangélica Mundial (WEA en sus siglas en inglés) Geoff Tunnicliffe en su reunión del pasado jueves 6 de noviembre con el Papa Francisco.

Dice la AEE que la visita de Tunnicliffe al Papa “ha sido una iniciativa personal y no obedece a una decisión previamente debatida, consensuada y articulada en el conjunto de la WEA. Por esta misma naturaleza privada, dicha visita nos parece respetable, pero no tiene para la Alianza Evangélica Española ningún carácter vinculante”.

Es por ello que la Alianza Evangélica Española no se siente “representada” con la visita “ni identificados con el discurso público posterior que contiene algunos aspectos altamente cuestionables como evangélicos”.

APOYO A LA COBELIGERANCIA

Por una parte, la AEE entiende la utilidad de la reunión “entre miembros relevantes de diversas instituciones para compartir cuestiones de interés, colaborar en la defensa de los Derechos Humanos y luchar contra problemas como la pobreza, la injusticia social, la corrupción, la violencia o la persecución religiosa”.

“Como evangélicos - matiza el comunicado- apoyamos las iniciativas de cobeligerancia a favor de un mundo más justo y libre”. Sin embargo “fundamentar sobre este espíritu de colaboración la propuesta de ‘un nuevo nivel de discusión pública sobre nuestras creencias fundamentales’, proponer que la Alianza Evangélica Mundial ‘haga de tal colaboración una alta prioridad’, o unir tales encuentros a ‘la plena obediencia a la misión que Dios ha confiado a la Iglesia’, es algo con lo que no podemos coincidir desde la AEE”.

DIFERENCIAS DE PESO

La Alianza Evangélica Española considera que las divergencias con la Iglesia Católica Romana “no son meras ‘diferencias entre nuestras tradiciones’ (como expresó Tunnicliffe), ni de ‘aclarar malentendidos y superar prejuicios’ (como lo hizo el Papa en su discurso de respuesta), sino algo de mucho mayor calado doctrinal y eclesiológico”.

“Creemos que el problema fundamental para llegar a la unidad con la I. C. R no es la falta de diálogo –un asunto de formas- sino la distancia doctrinal acumulada con el paso de los siglos. No es un problema de continente, sino de contenido. La I.C.R. ha despojado a la Biblia de su autoridad, equiparándola y supeditándola a mandamientos de hombres. Igualmente ha erosionado el Señorío de Cristo añadiendo otros mediadores entre Dios y los hombres. Por tanto, no es como institución la Iglesia de Cristo”, expresa con contundencia la AEE en su comunicado.

Además la AEE considera que el lenguaje empleado lleva a equívocos. “No es útil apelar a una terminología espiritual equívoca que sugiere que todos tenemos el mismo Espíritu por el simple hecho de llevar el nombre de cristianos. La Escritura es clara al respecto: “Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él”. Por supuesto, no nos compete a nosotros emitir juicios de valor sobre este asunto. Dios es el único que sabe quién tiene el Espíritu de Dios y quién no, pero como evangélicos creemos firmemente que el ser cristiano depende de una decisión personal y no de la pertenencia a una institución religiosa. Por esta misma razón no tenemos ninguna duda de que dentro la Iglesia Católico Romana hay personas que son hijos de Dios”.

EVITAR MALENTENDIDOS

La Alianza Evangélica Española expresa que esta posición “no descansa en malentendidos ni prejuicios históricos (…) sino en una conciencia Cristo-céntrica y bíblica que no nos permite contemplar la unidad del cuerpo de Cristo como algo dependiente del diálogo entre instituciones, sean la WEA, la Iglesia de Roma o el Patriarcado ortodoxo, sino de la visibilización y reconocimiento mutuo de los hijos de Dios. La Iglesia de Cristo es única y está conformada por todos los hijos de Dios nacidos de nuevo, no la definen los acuerdos entre las instituciones o sus dirigentes, no es una institución sino un organismo vivo”.

En definitiva, la AEE expresa su compromiso “con las Escrituras como suprema autoridad y con la suficiencia salvífica de la gracia de Cristo. Para nosotros la base imprescindible de cualquier diálogo sigue siendo el lema de la Reforma, magistralmente resumido en una triple columna: Sola Scriptura, Sola Gratia y Sola Fide”.

Pueden leer el comunicado completo aquí.