‘Pluralismo, liberalismo y secularización’: Francisco visita una cambiada Irlanda

Casi 40 años después de la última visita papal, Irlanda recibe este fin de semana a Francisco. Tres meses después de la celebración de un referéndum que acabó abriendo la puerta a la legalización del aborto, el líder de la Iglesia Católica Romana encontrará un país que ha cambiado drásticamente en un periodo de tiempo breve. “Una sociedad tradicional convertida al postmodernismo sin pasar por el modernismo”, segura el director de la Alianza Evangélica Irlandesa, Nick Park, en una entrevista a Evangelical Focus. 

“Curiosamente, la mayoría de personas en Irlanda todavía conserva una creencia en Dios, Jesús y la resurrección”, remarca Park, también pastor. “Así que su rechazo a la iglesia no es necesariamente un rechazo a Dios”.

Pregunta: ¿Seguirías refiriéndote a Irlanda como un ‘país católico? ¿Hasta qué punto es nominal la fe de la mayoría que se considera a sí misma cristiana?

Respuesta: Probablemente Irlanda sea la mejor descripción de catolicismo cultural, pero muchas personas son católicos de nombre. El país está experimentando una secularización rápida. Sin embargo, cada semana hay más personas que asisten a los servicios religiosos y a la iglesia que el total de asistentes que registran el fútbol, el rugby y el fútbol gaélico, que son los tres deportes más populares en el país. Muchas personas siguen bautizando a sus hijos, se casan y realizan sus servicios funerarios en las iglesias católicas.

El director de la Alianza Evangélica Irlandesa, Nick Park.

P: ¿Cuáles son los mayores cambios que el país ha experimentado en los últimos 40 años, desde que Juan Pablo II visitó Irlanda en 1979?

R: Los principales cambios sociales desde entonces serían la inmigración, el pluralismo, el postmodernismo, el liberalismo y la secularización. Irlanda ha pasado de no tener prácticamente inmigrantes al punto de que el 15% de la población es inmigrante. Esto ha ayudado a romper con el monopolio de la Iglesia Católica, dejando de lado la visión de los miembros de otras religiones como peculiares o sospechosos.

El postmodernismo ha ido de la mano de la secularización, de modo que las personas pueden acomodar fácilmente palabras de apoyo insincero a algunos elementos del catolicismo con el rechazo de muchos valores católicos.

Curiosamente, la mayoría de personas en Irlanda, incluyendo una mayoría de gente joven, todavía conserva una creencia en Dios, Jesús y la resurrección. Así que su rechazo a la iglesia no es necesariamente un rechazo a Dios.

El incremento del liberalismo social se ha visto en una mayor aceptación de la homosexualidad y el aborto.

P: Se espera que medio millón de personas vayan a ver a Francisco. ¿Tendrá su visita algún efecto a largo plazo en el país?

R: Se podría cuestionar si la visita del Papa tendrá un efecto duradero en el país. Medio millón de personas es, de hecho, el 10% de la población nacional. Pero hay que tener en cuenta que en 2014, unos 400.000 irlandeses compraron entradas para una serie de conciertos de Garth Brooks en Dublín que después fue cancelada. De hecho, 400.000 fueron las personas que asistieron a un festival de música tradicional en Drogheda la semana pasada.

Juan Pablo II en Dublin, en 1979. / USC Beaufort Archives

P: ¿Cuál es el papel de las iglesias en el avance del evangelio en medio del nuevo contexto de secularización? ¿Hasta qué punto las iglesias evangélicas pueden aprender de los errores de la Iglesia Católica Romana?

R: La Iglesia Católica ha cometido el gran error de identificarse con la cultura irlandesa, por lo que ha quedado atrás a medida que la cultura ha cambiado tan rápidamente. Cabe recordar que se trata de una sociedad tradicional convertida al postmodernismo sin pasar por el modernismo.

Como dijo el teólogo anglicano Dean Inge: “Quien se case con el espíritu de esta época se encontrara viudo a sí mismo en la siguiente”. Esto significa que la lucha contra una cadena de guerras culturales es una respuesta ineficaz y, en último término, destructiva contra la secularización.

Los evangélicos necesitamos recordar que nuestro papel es ser una voz profética para una cultura secular, en lugar de intentar crear una ‘sociedad cristiana’. En lugar de pretender tener todas las respuestas para la sociedad, necesitamos ser personas que están preguntando las cuestiones correctas.

P: ¿La campaña y el referéndum sobre el aborto han dejado heridas abiertas en la sociedad?

R: El referéndum sobre el aborto ha dejado heridas, pero sobre todo entre los religiosos. Quienes querían la legalización del aborto han obtenido lo que deseaban y ahora ya se están moviendo en otras cuestiones. Los cristianos, no solamente los católicos, están evaluando está derrota considerable y sus implicaciones para la iglesia. Se ha reconocido que la iglesia ha perdido autoridad moral en tantas otras áreas que se la ha identificado meramente como antiabortista y en lugar de genuina defensora de la vida. Muchos cristianos ven la necesidad de ser una fuerza que afirma la vida en todas las áreas de la sociedad.