“Urgen ministerios para el cuidado y restauración del pastor en España”

El ministerio pastoral está relacionado con el cuidado de la vida espiritual de las personas, pero ¿quién pastorea a los pastores? Esta es la pregunta a la que se quiere dar respuesta en el próximo Seminario de Teología y Psicología Pastoral, que desde la Alianza Evangélica Española se organiza en Tarragona, del 8 al 11 de mayo.

Uno de los ponentes será el pastor Marcos Zapata, presidente de la Alianza Evangélica Española. Zapata abordará el tema de la restauración del pastor. En la entrevista concedida previamente a Protestante Digital, explica su perspectiva de estar ante una situación de necesidad en España.

P. Desde tu perspectiva ¿cuál es la situación del pastorado en España, que ha llevado a la AEE a plantear este tema en concreto?

R. En cuanto a quien cuida al pastor, es un poco triste la situación. A veces no existen recursos, tanto materiales como humanos, para restaurar a personas que están caídas, en situación de depresión, de agotamiento o de burnout. Apenas se pueden contar con una mano los ministerios que en España están dedicados al cuidado del pastor. Por eso es necesario despertar esta inquietud en los líderes, no solo para darles herramientas para que cuiden de los pastores, sino también para darles herramientas y que desde seminarios, asociaciones de pastores, iglesias o denominaciones, se pueda empezar a cuidar de los pastores de forma distinta.

P. Normalmente entendemos el ministerio de restauración como algo que el pastor hace, pero ¿quién ayuda al pastor?

R. En este momento en Europa hay todo un movimiento para crear foros de cuidado pastoral. En España estamos trabajando en la creación de la Red de Cuidado Integral, para cuidar a aquellos que están en la obra. No solo para cuidar a los pastores de forma directa sino también para estimular a las familias denominacionales a que no solo formen al líder sino que desarrollen un cuidado integral. Nos referimos tanto al ministerio como a sus emociones, su situación familiar, su estabilidad económica, su cuidado espiritual... Todas estas áreas son importantes. Queremos enfatizar que la meta de este Seminario no es dar una charla, sino que la palabra “restauración” pueda recuperar su significado para que el pastor pueda encontrar quien le ayude. No solo se trata de tejer redes entre pastores, sino también que se desarrollen ministerios que velen por ellos. Vamos a procurar que se levante un movimiento de cuidado a los pastores en España.

P. ¿Hay soledad en el ministerio?

R. Uno de los motivos por los que un pastor puede caer en pecado, o sufrir una depresión, o el síndrome de burnout, es por la soledad. En la proyección de lo que se espera por ser pastor mostrarse vulnerable puede llevar a que un pastor se sienta excluido. Hay una dificultad para que el pastor pueda manifestar lo que le pueda estar pasando.

P. ¿Qué papel juega la congregación en ese proceso de restauración?

R. El principio bíblico de la cobertura es interesante. Ya se ve en los tiempos de Noé, que ante una situación de pecado, unos hijos lo cubren y otro lo descubre. No que lo encubran, porque no es lo mismo. A veces se confunde perdón con restauración. Hay una especie de concepto mágico del perdón, como si con la confesión ya fuera suficiente. Pero es necesario un proceso de restauración al pastor, que necesita que se le ayude en este proceso. Pero no solo en los casos de algún pecado. Es muy importante la prevención. Por ejemplo en el caso del burnout, en cuanto a la pastoral, es importante que la congregación cuide de sus pastores. Que velen porque pueda tener tiempo de calidad con su familia, que pueda tener unas vacaciones restauradoras y nutritivas. Por eso la labor de la congregación es tan importante en la prevención.

Otros factores importantes son la familia cercana, el grupo de amigos, y por supuesto la relación con Dios, que sostenga al pastor en todo momento.

P. ¿Cómo lidia el pastor con la decepción, cuando llega al punto de querer dejar el ministerio?

R. La tentación del desánimo es algo de lo que casi nunca se habla. El desánimo es como una niebla que cubre muchos ministerios. Puede venir por muchas causas, pero en España yo lo he visto sobre todo a causa de que no hay una correlación entre el trabajo y el fruto recogido. Hay expectativa de que cuando uno lo da todo, pueda recoger algo después de muchos años de ministerio, ver que el fruto es pequeño. Ahí es donde los riesgos de no tener una congregación, un grupo de apoyo o una familia cercana te hace desanimarte y hundirte. El problema con el desánimo es que nos puede llevar a abrir puertas al pecado. Como líderes, no estamos para juzgar, sino para perdonar y trabajar en la restauración.

Hay situaciones de caídas, de desánimo, de abandono, y urge que en España se puedan levantar ministerio de cuidado y restauración.

P. A pesar de las luchas, ¿dirías que vale la pena trabajar en el ministerio pastoral?

R. Hay un dicho judío que dice que quien salva una persona, salva al mundo entero. Mi experiencia de ver como cada semana se está entregando gente a Jesucristo, jóvenes que cambian el rumbo de su vida, familias restauradas, matrimonios que se vuelven a unir... Al ver el fruto de vidas transformadas, aunque solo sea una, ves que vale la pena. Hay una satisfacción de ver el cambio que produce la Palabra de Dios en las personas, que sigue siendo efectiva y cambiando vidas. Uno en la pastoral no es más que un instrumento en manos de Dios. No cambio esto por nada.  

INSCRIPCIONES ABIERTAS

El XV encuentro de Teología y Psicología Pastoral se celebra del 8 al 11 de mayo en Comarruga (Tarragona). Puedes inscribirte y obtener más información aquí.