Las formas cambian, pero el mensaje sigue teniendo poder. A la generación Z, los jóvenes y adolescentes de hoy, no se puede llegar con las formas que se usaban hace veinte, diez, o incluso cinco años, que con pandemia de por medio parece mucho más tiempo del que ha pasado en realidad. Con esa inquietud surge Creo Fest, un espacio donde los jóvenes son invitados no solo a recibir, sino también a participar, a contribuir con su lenguaje, su arte, sus preguntas a las que, juntos buscar respuestas.

Así nos los transmitió Aitor de la Cámara, con quien conversamos sobre Creo Fest, una iniciativa que surgió el año pasado y que en esta, su segunda edición, busca afirmarse como una alternativa de difusión cultural, artística y musical, así como un espacio de conexión y creatividad en el que los jóvenes cristianos puedan sentirse escuchados. Un lugar donde también se les permita descubrir la belleza del evangelio y despierte su creatividad para responder a los desafíos que enfrentamos en una sociedad rota.

Aitor fue uno de los impulsores de Contracorriente, un evento que a finales de los 90 y durante una década reunió a miles de jóvenes cristianos. Aquellos eventos trajeron una forma diferente de mostrar la fe y de vivirla e inspiraron a muchos para fortalecer su compromiso con Dios. Algo así es lo que ahora pretenden llevar a cabo con Creo Fest, organizado por Agape, en el que participan también una decena de ministerios evangélicos cuyo foco principal está en alcanzar y servir a los jóvenes.

Entre los invitados del Creo Fest hay músicos (Papel Maché, Praxiz, David Bea, Andy Hunter…), artistas creativos (Josué Manjón, María Sanz, Juan Leiba), deportistas (Tim Py, Jessie Starrenburg), conferenciantes (Rachel Gilson, Gerson Mercadal…) o activistas sociales (David Delgado, Lidia García) entre muchos otros.

 

 

 

 

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¿Qué quieren los Z? Honestidad, referentes y espacio

Aitor de la Cámara explica que sigue convencido de que Dios tiene planes para cada generación, y junto a otros están buscando motivar a la generación siguiente para comprometerse con la misión de Dios. “Antes, en Contracorriente, buscábamos ser novedosos con algunas formas, trayendo grupos de fuera, con pantallas, etc. Pero eso ahora ya no sorprende, y por eso tenemos que explorar otras vías”, comentó.

En esa búsqueda, Creo Fest parte de una estética actualizada y trae no solo música o conferenciantes de referencia, sino que también abre espacios para la participación y la creatividad de los jóvenes. “Lo que sigue impactando es el mensaje de Jesús, es igual de relevante que hace 20 o 30 años, y en ese deseo de comunicarnos con la generación Z es que trabajamos”, explica Aitor.

Al analizar las necesidades de esta generación, cita un estudio de Barna en el que se identificaban algunos factores que los jóvenes valoran. “Les importa mucho la honestidad, están preocupados por las cuestiones sociales y medioambientales. Quieren tener respuestas, no solo algún versículo suelto. Y no quieren entretenimiento cristiano, sino que buscan algo que vaya más allá. También buscan referentes, mentores, guías en este tiempo complejo que les ha tocado vivir”, añade.

[photo_footer]La generación Z, una generación hiperconectada.[/photo_footer]

Romper tópicos

Otra necesidad que detectan es la de “estar juntos”, crear “comunidad”, sobre todo tras una pandemia que todavía deja sentir sus efectos sociales y relacionales. Para responder, nada mejor que escucharles. “Hay que estar abiertos y darles oportunidades. Una frase que odio es la de ‘esto siempre se ha hecho así’, creo que Dios siempre me ha llevado a estar fuera de la zona de confort, a menudo arriesgando”, reflexiona Aitor. “Cuando te arriesgas, ves resultados. Pero es necesario pararnos, preguntarnos qué les gusta, qué necesitan”.

En esta línea de darles participación, en el Creo Fest se ha puesto en marcha un concurso, Creo Challenge, donde los jóvenes pueden grabar sus remezclas y compartirlas. “Son formas de conectar con la cultura urbana”, dice Aitor, reconociendo que tal vez no sea del gusto de todos, pero aceptando que es necesario ser permeable a las necesidades de la nueva generación.

Un evangelio bello en un mundo roto

El Creo Fest busca potenciar la creatividad, pero que esta surja de la comunión con Dios. No se trata de crear arte por el arte, sino de que “la creatividad es una forma de responder a los problemas, a las situaciones que vivimos”, explica Aitor. “Creatividad, justicia social, oración, no son compartimentos estancos. La vida cristiana es una vida integral. La oración nos envía a la misión. De ahí surge la creatividad, la acción social”, analiza. 

El ejemplo es “el mismo Jesús, que vemos cómo vivía una vida entregada, en comunión con DIos, y siendo creativo en sus formas de responder a las necesidades. Lo importante es el mensaje que estamos transmitiendo”, que es el de “un evangelio bello en un mundo roto”. 

[photo_footer]Cartel del II Creo Fest.[/photo_footer]

La expectativa para esta edición es que el evento despierte conexiones relevantes y el deseo de servir a Dios de forma más apasionada. “Queremos que los jóvenes encuentren el espacio para conspirar juntos, para traer este mensaje de amor y esperanza a este mundo”.

Para Aitor de la Cámara, todo cristiano tiene que revisar su llamado personal a “ser sal y luz donde está, porque este es un privilegio en medio de un mundo con tanta oscuridad”. “Queremos que el reino de Dios avance y más que nunca necesitamos belleza, personas que clamen en medio del desierto, que digan que Jesús tiene un proyecto de vida apasionante”.

Puedes tener más información sobre el Creo Fest en su página web.