Como es ya habitual, el encuentro anual de la Alianza Evangélica Española, Idea, que este 2021 se celebra de forma virtual a causa de la pandemia, ha comenzado dando voz a diferentes actores y representantes políticos en un coloquio público sobre la cuestión de la legislación de libertades. 

En el espacio, que ha sido moderado por el director de Areópago Protestante, Pedro Tarquis, han intervenido el secretario de organización de Cristianos Socialistas (PSOE), Juan José Longarela, el diputado de Vox en la Asamblea de Madrid, Pablo Gutiérrez de Cabiedes, el diputado del PP en el Congreso, Eduardo Carazo, y el secretario general de la Alianza, Xesús Manuel Suárez. Desde la organización también se había invitado a Unidas Podemos y a Ciudadanos, que no han respondido.

El acto ha comenzado con unas reflexiones de carácter general acerca de la importancia del hecho religioso y de una regulación que proteja su libertad. En este sentido, Suárez ha recordado la influencia protestante en la separación entre Estado y confesionalidad para beneficio del conjunto de la población. “Para los protestantes, la de los límites de la ley es una cuestión fundamental. La regulación de los límites la abordamos para todos y aportamos fundamentos para su desarrollo saludable. España necesita volver a leer la Biblia. El protestantismo enfatizó la necesidad de regenerar el control del poder. La libertad de conciencia surgió en los países de mayoría protestante”, ha señalado.

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El concepto de laicidad y la libertad religiosa

Una de las cuestiones a la que los participantes han dedicado tiempo de reflexión es la de la laicidad y el derecho a la libertad religiosa. Carazo ha señalado que “hay que proteger a las personas en su esfera moral” y que, a este respecto, es importante pensar que “las esferas de la ley y de la libertad se complementan”. “En España somos pendulares. Pasamos de la confesionalidad a la anticonfesionalidad, el deseo de eliminar la religión. No podemos olvidar que una de las contribuciones al concepto de persona es el cristianismo y el mensaje del evangelio. Que todas las personas tienen dignidad”, ha subrayado el diputado del PP después de que Suárez, como representante de la Alianza en la conversación, introdujese la distinción entre laicidad y laicismo, al cual se ha referido como “una creencia extendida desde el poder”.

Gutiérrez de Cabiedes ha asegurado que “en España estamos viviendo un momento clave para la cultura y la civilización porque estamos en una situación que amenaza la libre expresión de valores, como los cristianos”, y ha añadido que “el Estado debe facilitar la asistencia y la formación religiosa porque el hecho religioso es un bien para la sociedad, mientras no atente contra ella”.

El representante de cristianos socialistas, Juan José Longarela, ha introducido el concepto de “laicidad positiva” y ha remarcado la necesidad de “legislar para facilitar el hecho religioso”. Desde la Alianza, Suárez ha insistido en señalar que “los protestantes fueron los primeros que defendieron la laicidad, que es la separación de las esferas de poder y conciencia” y ha presentado a los participantes una propuesta para que la trasladen a sus formaciones políticas: crear un grupo de trabajo sobre libertades religiosas en España con participantes políticos y de la sociedad civil. “Es del interés de todos que nuestra democracia promueva la aportación libre de todas las esferas de conciencia. No hay democracia sin libertad de conciencia”, ha añadido.

Izquierdas, derechas y la legislación sobre libertad religiosa

El representante de la Alianza en el coloquio también ha lanzado una serie de preguntas al resto de participantes con el objetivo de generar una reflexión sobre hasta qué punto la cuestión de la regulación de la libertad religiosa se ve empañada por la tópica confrontación política entre izquierdas y derechas. “¿Si estamos tan de acuerdo en el denominador común de la libertad religiosa, por qué acaba viniendo matizado por el eje derecha-izquierda? ¿Cuándo liberaremos de los clichés de izquierdas y derechas a la cuestión de la libertad religiosa?”, ha preguntado Suárez.

El representante del PSOE, Longarela, ha puntualizado que no entiende “que nadie de izquierdas ni de derechas esté en contra de la libertad religiosa”. Carazo, del PP, ha apuntado que “hay una vinculación entre totalitarismo y persecución de la libertad religiosa” y ha enfatizado que “tenemos que ser defensores del sistema democrático, que es donde podemos vivir la fe”. 

El invitado de Vox, Gutiérrez de Cabiedes,  ha puesto de manifiesto esas tensiones políticas al considerar que “la actuación del gobierno está siendo de frontal ataque contra la libertad religiosa”. Ha apuntado a la Ley Celaá como un ejemplo y ha afirmado que “el pin parental es la plasmación del derecho a objetar desde la libertad de conciencia”. “No se debería tener miedo a que cada uno reciba la educación que desea, sea en un colegio público o no, pero que los padres puedan elegir el tipo de formación que desean para sus hijos”, ha dicho.

Otra de las cuestiones que se han mencionado ha sido la de la censura de determinados discursos en las redes sociales. A lo que Carazo ha comentado que “el límite a la libertad de expresión lo marca el Código Penal y no una red social, que al final es una empresa”. “El ágora pública acaba perteneciendo a empresas privadas”, ha subrayado.

Perspectivas sobre una posible Ley de Conciencia

Entre otras cuestiones, los participantes han sido preguntados sobre la propuesta del gobierno de sustituir la Ley Orgánica de Libertad Religiosa por una Ley de Conciencia. Longarela ha señalado que “sería algo positivo” y que “podría permitir hablar de equidistancia y cambiar las relaciones entre el Estado y las diferentes confesiones”. “Se trata de superar ciertas inercias que en la practica favorecen a una confesiones o a otras. En algún momento se debería legislar la preponderancia de la Iglesia católica en la legislación”, ha matizado.

Carazo ha manifestado que le “asusta que la nueva Ley de Conciencia esconda el hecho de apartar la libertad religiosa” y ha sugerido la coexistencia de dos legislaciones, una de libertad religiosa y otra de libertad de conciencia. Por su parte, Gutiérrez de Cabiedes ha resaltado el valor de la actual ley ya ha asegurado no ver “qué necesidad hay ahora de sustituir la primera Ley Orgánica de la democracia española”.

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Desde la Alianza, Xesús Manuel Suárez ha puntualizado la necesidad de considerar los conceptos a los que la legislación trata de referirse y ha recordado que “en realidad, no hay una libertad de conciencia y una libertad religiosa, sino que son lo mismo”. “Lo que nadie puede creer es que hay creencias neutrales. Todos tenemos un código de creencias. No hay libertad religiosa sin libertad de conciencia, y no hay libertad religiosa ni de conciencia sin libertad de expresión”, ha añadido. 

Ha finalizado Marcos Zapata, presidente de la AEE, con una reflexión de Proverbios (cuando los justos gobiernan el pueblo se alegra), y una oración por los presentes, los políticos en general, y toda la sociedad española en estos tiempos difíciles, pidiendo el obrar de Dios.