Políticos evangélicos, ante el cambio de ciclo

“No todo ha cambiado, pero nada sigue igual”, titulaba el editorial de Protestante Digital en su análisis de la situación política en España tras las elecciones municipales y autonómicas, que dejan un escenario muy distinto al anterior, y que en función de los acuerdos y pactos que se alcancen podría tener una importancia crucial en el desarrollo político y social del país en los próximos años.

En este nuevo escenario, donde la participación ciudadana cobra importancia, son cada vez más los evangélicos que se implican desde diversos partidos políticos, sobre todo en candidaturas municipales. Una presencia aún pequeña, pero que muestra un acercamiento al ámbito de la vida pública por parte de los evangélicos, así como se ha dado desde todo tipo de agrupaciones y sensibilidades.

PARTICIPAR, DIALOGAR Y PACTAR

En Sant Cugat del Vallés, Susanna Pellicer (7ª en las listas de CiU) formará parte del Gobierno municipal, donde su partido ganó, aunque perdió la mayoría absoluta. “Esto nos obligará a hacer pactos concretos para poder gobernar la ciudad”, nos explica.

Esta localidad barcelonesa, donde siete partidos han conseguido algún concejal, refleja de forma adecuada lo que ha sucedido a nivel general, con un voto muy fragmentado, dando lugar a que muchos partidos tengan representación. Con ellos deben establecer un diálogo que “ya manteníamos antes” y que ahora intensificarán, explica Pellicer.

Formando parte del gobierno en Dénia (Alicante) estará Elisabet Cardona (PSOE, 6ª en la lista), donde su partido ha sido el más votado, aunque también tendrán que pactar para gobernar. Unos resultados que considera “satisfactorios” en una situación “de apatía y pérdida de confianza” en los partidos tradicionales. “El pueblo nos ha vuelto a dar su confianza y esperanza pero ha dicho: deberás buscar acuerdos con otras opciones políticas”, analiza Cardona.

“Se ha producido el anhelado cambio que la ciudadanía reclama. La derecha tiene que admitir que los ciudadanos necesitan ver otra forma de hacer política y de gobernar, caras nuevas, proyectos, y sobre todo participación ciudadana, que se les tenga en cuenta, ya que el gobierno está al servicio de los ciudadanos y no al revés”, expresa Elisabet Cardona.

En Montemayor (Córdoba) hubo un cambio significativo. Antonio Soto (IULVCA) formará parte del nuevo gobierno del municipio de 8.000 habitantes, donde el PSOE llevaba gobernando 8 años. “Hemos obtenido mayoría absoluta – nos cuenta Antonio Soto- pero con el compromiso expresado por nuestro candidato de colaborar con todos los grupos, incluir como nuestros puntos interesantes de sus programas y abrir cauces a la participación ciudadana”.

NUEVOS PARTIDOS DESAFÍAN EL MODELO

Un factor clave, opina la futura concejala del PSOE, ha sido la aparición de nuevos grupos políticos que “han posibilitado la ruptura del inmovilismo y estancamiento, que los ciudadanos digan lo que quieren y lo que esperan de los políticos y su gobierno y, por otro lado, los políticos han adquirido compromisos reales y realizables”.

En El Vendrell (Tarragona) se da también una situación que llevará a pactos, dado que los 21 concejales se reparten entre ocho partidos. El partido más votado consiguió cuatro concejales, y el que menos, dos. Por lo tanto, cuatro partidos han formado coalición para gobernar. Elísabet Rodríguez de Castro (PP, candidata a la alcaldía en El Vendrell), considera que ha sido “muy convulso”. “Las marcas emergentes han arrasado con las siglas tradicionales”, opina, considerando además que en su caso “la gente no ha votado en clave municipal”.

En esta localidad “se abre un tiempo político y de gestión muy complicado, ya que el próximo gobierno estará formado por cuatro o más fuerzas políticas. En mi caso, muchos auguraban que desapareceríamos del plano político municipal y para el asombro de muchos, mis dos escaños no han sido tocados”, expone Elísabet Rodríguez. “No son los resultados que esperaba, aunque en lectura general, es que con este panorama político, serán difíciles estos próximos cuatro años de legislatura”, apunta.

LECCIONES Y EXPECTATIVAS

Todos coinciden en la importancia que han tomado las nuevas formaciones políticas, que se han hecho notar a nivel municipal y que podrían tomar aún más fuerza en las elecciones generales que se celebrarán a finales de este 2015.

“Ha sido positiva la incursión en política de los grupos nuevos”, opina Elisabet Cardona, “dado que limpian bastante el panorama político, traen nuevas ideas y formas políticas. Queda claro que hoy no se puede ocultar nada eternamente ni el poder se puede ostentar sobre el ciudadano sino con el ciudadano. La participación es primordial en política y creo que eso se va a conseguir con los partidos de izquierdas”.

Susanna Pellicer considera, sin embargo, que algunos cambios que se han producido en ciudades importantes pueden tener efectos negativos. “me preocupa que en Barcelona, que tiene que seguir siendo motor económico, tenga un gobierno que no se ha definido sobre el tema nacional y que tenga en su programa un retroceso de las políticas empresariales, reducción de turismo, y que está formado por tantos partidos, asociaciones, asambleas, etc. que se me hace difícil ver cómo poder tirar adelante una ciudad de tal magnitud”. Pero admite que “es la opción que más personas han votado, y por lo tanto tiene esta responsabilidad”.

Para Elísabet Rodríguez el escenario político nacional enfrenta un cambio al que debería adaptarse la ley electoral. “No se ajusta a este nuevo panorama y ha de replantearse, para lograr que estas situaciones tan complicadas, puedan resolverse con la voz de los ciudadanos. No puede ser que en ciudades o municipios donde la gestión de sus Alcaldes han sido premiadas con aumentos de votos, no puedan gobernar por los pactos entre diferentes partidos, que no han obtenido un apoyo tan importante en las urnas”, opina la concejala en El Vendrell.

Para Antonio Soto, se ha dado un cambio “muy importante”. “Aunque mi impaciencia me pide más, siempre espero una reacción más rotunda contra la corrupción y la prepotencia con la que se ha gobernado. Se me hace difícil comprender que haya tantos cómplices y sumisos, pero supongo que todo esto es un proceso, un cambio tranquilo, pero que debe consolidarse y no dar ni un paso hacia atrás”, concluye.

LA POLÍTICA CAMBIA DE MARCHA

Al abrirse este periodo de negociaciones en muchas ciudades y autonomías, es difícil no pensar en las consecuencias que puedan tener para las futuras elecciones. Elisabet Cardona opina que serán “muy duras, pero buenas para este país”, porque en su opinión este cambio de ciclo será “positivo a todos los efectos”.

Para Susanna Pellicer, la entrada de nuevas formaciones “obligará a realizar cambios en los partidos tradicionales, y sobre todo tiene que hacer reflexionar a estos partidos, sobre cómo refundarse, cómo tratar los temas de corrupción, transparencia y buen gobierno”.

Por su parte, Elísabet Rodríguez de Castro cree que se abre un tiempo “en el que ya no solo vale hacer buena política, sino que el ciudadano ha de sentir que lo que se está haciendo, es en beneficio del pueblo”. “Creo que la gente ha de tener las herramientas para participar en su futuro y debe empezar a haber mecanismos de rendición de cuentas – concluye -, sobre todo en el ámbito político municipal”.

En opinión de Antonio Soto, el cambio dependerá de “si los cargos electos son capaces de trabajar en pro de esa nueva política que integre al ciudadano, creando los cauces necesarios de participación”, algo que para Soto pasa por “una actuación a través de asambleas que desarrolle una política del pueblo con el pueblo”. Aunque admite que “no es fácil de articular”, por eso “podemos estar tentados a volver a las formas habituales hasta ahora de ejercer el mandato. No se trata de cambiar sólo de caras, el fondo es lo que debe de cambiar. Por eso, aunque en estos momentos quiero ser optimista, todavía tengo mis dudas en relación a que una nueva forma de entender y ejercer la política se haga realidad. Aunque sí creo que es posible”.