El Ministerio en su nuevo texto pretende adaptar los actos oficiales al concepto de libertad religiosa (que el Gobierno plasmará en una ley en los próximos meses) y a las diferentes confesiones que se profesan actualmente en España. Así, según confirmaron fuentes militares,
Defensa extenderá por primera vez los funerales de Estado a militares fallecidos en acto de servicio a otras confesiones religiosas más allá de la católica.
Atendiendo a esos criterios, cuando un militar muera en acto de servicio, además de los honores puramente castrenses, se celebrará una misa o acto de oración católico en el caso de que el fallecido profese esta fe. Si el militar muerto fuese musulmán, protestante o judío, el funeral de Estado se haría acorde con la confesión correspondiente a las creencias del finado o los deseos de su familia.
En caso de que no perteneciese a ninguna confesión religiosa, el acto se limitaría a los honores castrenses establecidos para estos supuestos. Hasta ahora, todos los soldados fallecidos han sido despedidos con un funeral de Estado católico, aunque alguno de los caídos pertenecía a otra religión.
Según estas fuentes, el nuevo reglamento de honores incluirá además la puntualización de que en estos actos, al estar representando a las Fuerzas Armadas, la asistencia tendrá consideración de acto de servicio, por lo que será obligatoria para los militares que se determine. Todo lo contrario ocurrirá
en actos religiosos en los que tradicionalmente han tomado parte militares de cualquiera de los ejércitos o la Armada, en los que será voluntaria. Sirvan de ejemplo la procesión del Cristo de Mena en Málaga, al que acompañan siempre efectivos de la Legión, o la procesión del Corpus en Toledo, en la que participa una amplia representación de la Academia de Infantería de Toledo.
En estos casos y en otros de parecidas características la asistencia de los uniformados será totalmente voluntaria, en virtud del principio de libertad religiosa que esgrime el Ejecutivo, aunque al que asista se le exigirá una actitud respetuosa.
El reglamento de honores que sigue en vigor, el de 1984, señalaba que «con motivos de celebraciones de carácter religioso con tradicional participación castrense, las autoridades militares podrán designar piquetes o escoltas adecuadas al acto». Con el cambio, las autoridades referidas en el texto que aprobó Serra ofrecerán a los militares la posibilidad de participar en esos piquetes o escoltas y si así lo desean, acudir ateniéndose a las normas de comportamiento especificadas.
ALIANZA EVANGÉLICA: UN AVANCE IMPORTANTE
El portavoz de la Alianza Evangélica Española (AEE), Pedro Tarquis, consideró "un avance importante" que el Ministerio de Defensa quiera ampliar los funerales de Estado a otras religiones distinta a la católica. De hecho, la AEE ha mantenido una constante reivindicación de este punto en los últimos funerales de Estado católicos celebrados en España, tras el 11M y especialmente después de la muerte de un pastor bautista canario en el accidente de Spainair en Barajas.
"Es un avance importante el hecho de reconocer la pluralidad religiosa", declaró Tarquis, que argumentó que "es una muestra de respeto al fallecido y a su familia respetar sus creencias".
El portavoz de la AEE dijo que cuando muere un soldado protestante, musulmán, católico o judío "lo lógico es que el funeral sea acorde a su confesión o creencias".
Para el caso no deseado de que se produzcan muertes múltiples, en el que fallezcan soldados de distintas confesiones, Tarquis consideró oportuno que se reglamentase también la celebración de un funeral laico o multireligioso (como fue el caso del funeral en parís de los fallecidos en la reciente tragedia aérea de Aier France).
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