El brutal ataque de un inmigrante de Afganistán que hirió a una mujer y sus hijos en Londres ha levantado una polémica alrededor de lo que algunos consideran “conversiones al cristianismo exprés”.

El hombre llegó al Reino Unido en 2016 escondido en un camión y le fue denegada su petición de asilo. Pero en 2020 consiguió el status de refugiado tras alegar su conversión al cristianismo, que fue apoyada por un sacerdote. Previamente y ya en el Reino Unido, había sido condenado por agresión sexual.

En un país en el que la inmigración es un tema muy candente, políticos del gobierno conservador han acusado a iglesias cristianas de ofrecer atajos a inmigrantes que alegan una supuesta conversión al cristianismo para evitar su expulsión.

“Te haces amigo del sacerdote, recibes tu fecha de bautismo y bingo”

Suella Braverman, la que hace 3 meses fuera Ministra del Interior, denunció en el diario The Telegraph que “hay iglesias alrededor de nuestro país que facilitan demandas de asilo falsas a nivel industrial”. Y seguía: “Son muy conocidas entre las comunidades migrantes, y cuando llegan al Reino Unido, los inmigrantes son dirigidos a estas iglesias como una parada sencilla para reforzar su petición de asilo. Vas a misa una vez por semana por algunos meses, te haces amigo del sacerdote, recibes tu fecha de bautismo, y bingo, un miembro del clero certificará que ahora eres un creyente temeroso de Dios que se encontraría con cierta persecución si eres devuelto a tu país de origen islámico”.

En el pasado, Braverman ha llamado a menudo a endurecer las condiciones de acceso al Reino Unido y es de las figuras públicas que presiona para que el Reino Unido se desvincule de la Convención Europea de Derechos Humanos, que da ciertas garantías a los migrantes.

Anglicanos: bautismo “no es un billete mágico”

Las críticas de Braverman y otros en los medios han llevado a que la Iglesia Anglicana salir a decir que el trabajo de aprobar o denegar asilo “es una responsabilidad que es del Ministerio del Interior”.

La Obispo de Chelmsford, Guli Francis-Dehqani, de origen iraní y que llegó al Reino Unido en su momento como refugiada, enfatizó que los reverendos sólo apoyan declaraciones de conversión al cristianismo “después de analizarlas cuidadosamente”, añadiendo que es un “error” ver el bautismo “como un tipo de billete mágico” para conseguir quedarse en el país.

“La noción de que una persona pueda ser ir por la vía rápida a través del sistema de asilo con ayuda e instigación de la Iglesia, es sencillamente inexacta”, añadió.

Otros líderes de iglesias locales han respondido a las críticas asegurando que la función  espiritual de acompañar y bautizar a alguien que dice haber comprendido el evangelio no incluirá nunca la capacidad de saber exactamente qué intenciones ocultas la persona en cuestión puede tener.

Evangélicos: puede haber engaño, pero las iglesias no cambiarán su misión

Evangelical Focus preguntó al responsable de asuntos públicos de la Alianza Evangélica del Reino Unido (EAUK) sobre la polémica.

“Las acusaciones que los políticos han lanzado en cuanto a iglesias que facilitan demasiadas solicitudes de asilo falsas hay que considerarlas”, contestó Danny Webster. Pero “sugerir implícitamente y a veces explícitamente que los líderes de iglesias eclesiásticos están ayudando e instigando a la gente a abusar del sistema de asilo es una acusación grave, y corre el riesgo de confundir el papel de las iglesias de compartir la Buena Nueva y discipular a los creyentes con las decisiones legales de asilo”.

Webster recordó el trabajo de la EAUK en este ámbito, con documentos como “Juntos para justicia en el asilo”, publicado ya en 2007. “Los líderes de iglesias deben usar su discreción antes de dar fe de la conversión de alguien, y ser conscientes de los riesgos de un falso testimonio, especialmente si se busca una vía fácil para obtener asilo”.

Pero prestar atención a cómo “se podría abusar de la hospitalidad y la acogida de las iglesias (...) no debería impedir que las iglesias abran sus puertas, presenten a Jesús a la gente y celebren cuando la gente llega a la fe”. Para las iglesias del Reino Unido, insiste Webster, dar la bienvenida a que entran en el país es “una área clave de compasión práctica y un lugar para la misión”.

El portavoz de la Alianza Evangélica subrayó que la “integridad es esencial”, pero que ello no equivale a una actitud de “escepticismo y desconfianza” frente al inmigrante. “El rol de los líderes de iglesia y el rol de los funcionarios de inmigración debe diferenciarse claramente”, concluyó.

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