Grecia ya legalizó las uniones entre personas del mismo sexo en 2015, pero ahora el país mediterráneo dará a las parejas homosexuales un estatus matrimonial que les permitirá adoptar niños. 

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Es la decisión del primer ministro de centroderecha Kyriakos Mitsotakis, cuyos planes se espera que tengan éxito con el apoyo del partido de oposición de izquierda radical Syriza - cuyo líder, Stefanos Kasselakis, ha dicho que él y su pareja gay esperan que pronto también se les permita tener hijos a través de un vientre de alquiler.

El proyecto de ley, en su versión actual, aún no permitiría la maternidad subrogada, una práctica controvertida y prohibida en muchos países europeos por considerarse una forma de explotación de las mujeres. Pero la nueva ley impulsada por el gobierno sí permitirá a las parejas LGTBIQ+ adoptar niños.

Es la Iglesia Ortodoxa Griega la que se ha manifestado con más fuerza en contra de la redefinición legal del matrimonio. Además, según una reciente encuesta gubernamental, son más los griegos que se oponen al matrimonio entre personas del mismo sexo (50%) que los que lo apoyan (48%), y una mayoría aún más amplia está en contra de ampliar la plena patria potestad a las parejas gays o lesbianas.

Los evangélicos griegos ven la presión de la Unión Europea

También la pequeña minoría religiosa de cristianos evangélicos se opone a lo que consideran la “destrucción de la unicidad y la definición clave del matrimonio”.

Esta es la opinión de Fotis Romeos, presidente de la Alianza Evangélica Griega. La ley, dice, “muy probablemente será votada por nuestro Parlamento con el apoyo de los partidos políticos más enfrentados, alegando supuestas razones humanitarias de igualdad”, ha declarado a Evangelical Focus. 

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En los debates, el primer ministro ha argumentado que otros países de la UE ya cuentan con leyes de este tipo. El pastor Romeos considera este discurso como una demostración de que tales políticas LGTBIQ+ son “una dirección dada desde la Unión Europea”. Los países occidentales están presionando a Grecia para que aplique un punto de vista que está “definitivamente fuera de nuestro sistema ético”, afirma.

Riesgo de “destruir el matrimonio”

Los católicos romanos y los cristianos evangélicos también están de acuerdo en que lo mejor para los niños es tener un padre y una madre.

“Creemos que la Biblia define el matrimonio como una relación física exclusivamente entre un hombre y una mujer (Génesis 1:27 y 2:24), y los niños necesitan a ambos progenitores para crecer en una vida familiar equilibrada”, afirma Romeos.

“Por supuesto que respetamos la libertad que tienen las personas de elegir cualquier estilo de vida que deseen, incluida su orientación sexual. Sin embargo, creemos firmemente que nuestro Dios nos juzgará a todos por nuestras elecciones. También aceptamos el hecho de que hay muchas parejas heterosexuales sin hijos que podrían ofrecer un hogar cálido a niños que necesitan adopción”, considera.

El error, prosigue, sería “destruir la institución que se funda tan claramente en la ley de la naturaleza y que en la práctica sostiene a la raza humana desde el principio de la creación”, opina el pastor Romeos. 

Para nuevas formas de relaciones, deberían utilizarse nuevos conceptos, concluye el presidente de la Alianza Evangélica Griega, sin “tocar el concepto de matrimonio, que asegura el bienestar actual y el de nuestro futuro”.

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