Un nuevo episodio de persecución en China deja cerca de un centenar de detenidos

Cerca de un centenar de personas han sido detenidas en una operación policial contra miembros de la iglesia Early Rain Covenant de Chengdu, en la región de Sichuan, y que se ha prolongado hasta la madrugada de este lunes. Los arrestos han comenzado este domingo por la tarde y han durado once horas, según ha detallado en un comunicado China Aid, organización que coordina una amplia red de activistas y cristianos clandestinos chinos.

Entre los detenidos figuran los pastores de la iglesia en cuestión, Wang Yi y Jiang Rong, además de algunos líderes y estudiantes de la comunidad, una de las más grandes del país que continúa sin inscribirse en el registro al que obliga la ley china, y que permite a las autoridades interferir en el funcionamiento de las congregaciones. 

"Este gran ataque durante la noche contra miembros de la reconocida iglesia Early Rain Covenant supone un grave recrudecimiento de la persecución religiosa en China", ha denunciado el fundador y presidente de China Aid, Bob Fu.

Tras las primeras detenciones, la propia iglesia ha publicado en redes sociales un escrito en el que ha asegurado que también “un estudiante de primaria ha sido llevado a la comisaría de policía”, en una jornada que han catalogado de “acoso” por parte de las fuerzas de seguridad. “Estamos haciendo cumplir la ley” ha manifestado uno de los agentes a una mujer de la comunidad, según un vídeo publicado en la red por activistas y al que ha tenido acceso Reuters. 

Según la agencia de noticias, que recoge el testimonio del reconocido autor Zhang Xianchi, la policía  había alertado al propio Xianchi para que no visitase la iglesia porque había sido ilegalizada e iban a haber detenciones. 

CHINA, UN INCREMENTO PROGRESIVO DE LA PRESIÓN SOBRE LAS IGLESIAS

Con este nuevo episodio de persecución religiosa, que ha coincidido con el día que se celebra el 70 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Gobierno se ha convertido en “enemigo de los valores universales como la libertad religiosa”, ha denunciado China Aid.

"Llamamos a la comunidad internacional a que condene estos arrestos arbitrarios de creyentes religiosos inocentes, y pida al régimen chino su liberación inmediata", ha añadido Fu.

Aunque oficialmente en China existe la libertad de culto, numerosas organizaciones internacionales en defensa de los derechos humanos denuncian abusos y represión contra las minorías religiosas.

Por ejemplo, el pasado mes de septiembre las autoridades de Pekín ilegalizaron la congregación de la Iglesia de Sión, una de las comunidades protestantes más importantes en Pekín, al considerar que promovían material “ilegal” y organizaban reuniones masivas no autorizadas, según el portal Asia News.

Las autoridades también han derribado varias iglesias este año en el país, alegando que eran ilegales, y ha emprendido medidas tan polémicas como la obligación de hacer ondear la bandera nacional en todos los edificios de culto.