“Estoy animando a otros cristianos a asumir responsabilidades políticas”

Comenzar una conferencia de alto nivel de la Unión Europea con un breve momento de oración debe ser algo excepcional. Esto es lo que sucedió hace unas semanas, cuando un grupo de representantes sirios y europeos se encontraron en una conferencia. El europarlamentario esloveno, Branislav Škripek, moderador de las conversaciones, comenzó su discurso con estas palabras: “Me gustaría concentrar nuestra atención, en primer lugar, en Aquél que está detrás de todos los asuntos humanos, Aquél que es capaz de cambiar los desastres humanos. Humillémonos por unos segundos y pidamos a Dios su bendición”.

Škripek es presidente del Movimiento Político Cristiano Europeo (ECPM, por sus siglas en inglés) y un cristianos convencido. Para él, orar por una situación aparentemente desesperada como la que existe en Siria es algo lógico. Aunque muchos de los asistentes a la audiencia eran musulmanes, el europarlamentario no dudó en pedir a Dios su bendición.

“Este es mi comportamiento constante en el Parlamento Europeo. Lo que puedo ver en las reacciones personales de la gente es gratitud por lo que hago. Hay una cantidad de eurodiputados que comparten mis creencias aunque no lo muestren. Es teológicamente saludable creer que Dios puede trabajar para el bien de las personas”, explica.

“Cuando nos humillamos y pedimos ayuda a Dios podemos ver cómo cambian las cosas. Sin esto, no creo que vayamos a recibir bendición. En conferencias como esta, habitualmente se descubren muchas cosas pero raramente lo que la gente piensa de Dios. Yo creo en la verdad bíblica: ‘Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los jornaleros’”.

ORÍGENES COMUNISTAS

Branislav Škripek no creció en un ambiente cristiano. Por el contrario, se crió en la Checoslovaquia del otro lado del muro de acero. “Fui criado por una madre comunista. Pero tuve una experiencia maravillosa cuando Dios me visitó y cambió mi vida”.

Más tarde, Škripek se asombró de que tan poco cristianos se involucraran activamente en política. “Vi a muchas personas que se volvían a Dios y sus vidas cambiaban. Pero casi nadie se preocupaba por la sociedad. Entonces los postcomunistas agarraron nuestra sociedad; ellos habían aprendido a usar la política. Finalmente terminamos en gobiernos que trabajan con negocios muy corruptos. ¿Por qué? Porque los cristianos no entraron en política. Ellos no trajeron los valores del Evangelio. Creen que la política es tan sucia que deben evitarla”.

Él ha experimentado el cambio en la Eslovaquia comunista. ¿Las cosas que vio le permitieron tener esperanza para otras regiones en el planeta? “Por supuesto”, dice Branislav. “Los cristianos podemos traer cambios en la manera de pensar y también en política. Estoy animando a otros cristianos a alzarse en responsabilidades políticas. No deberíamos dejar esto a otros. Somos responsables de los valores del evangelio, de traer la bondad de Dios, la bendición de Dios que es expresada en el comportamiento social. Los cristianos necesitan mostrar qué es vivir de acuerdo con las enseñanzas de Jesús y de la Biblia. Esto traerá bendición sobre las naciones”.

POR EL BIEN DE LAS PERSONAS

Škripek se muestra convencido de que los valores cristianos son saludables para la sociedad. No es suficiente enfocarse en los derechos humanos. Lamenta que muchas personas hoy en día solo estén preocupadas por sus propios derechos y no por la sociedad en general. Muchas cosas que se consideran ahora como derechos no reflejan los estándares bíblicos. “Es un concepto defectuoso de los derechos humanos cuando los derechos del individuo se estiman más altos que el bien de un cuerpo entero. El lujo personal es admirado como un becerro de oro. Se supone que todo debe cumplirse en las expectativas individuales. Ese enfoque destruirá nuestra sociedad”.

“Necesitamos regresar al concepto del bien común como algo que está por encima del beneficio de una sola persona. Muchas personas están exigiendo derechos que en realidad son sólo demandas. Es un privilegio tener una familia y un hijo. Pero no es un derecho absoluto. Tampoco existe el derecho de abortar bebés o el derecho a morir. Pero vemos cosas extrañas en este mundo. Incluso se puede cambiar el género en el documento de identidad, simplemente pidiéndolo. Te preguntas si los políticas están perdiendo la cabeza”.

¿ÉTICA U ORACIÓN?

“La oración va primero, lo segundo es apegarse a los principios del evangelio y tener la mente sana. Debemos regresar a los valores éticos judeocristianos. Tenemos que traer eso nuevamente en la creación de legislación, porque ahora solo vemos filosofía pagana. Eso no se basa en ningún sistema de pensamiento saludable. Tenemos que volver a nuestras raíces y eso es traer de vuelta el pensamiento judeocristiano”, dice Škripek, que se ha levantado muchas críticas por sus puntos de vista.

“Me llaman fundamentalista, y no lo soy. La Unión Europea tiene como leitmotiv: 'unidad en la diversidad'. ¿Pero cómo practicamos esto? A menudo me niegan mi derecho a la diversidad porque soy un cristiano conservador. ¿Dónde está la diversidad? Entonces, insisto pacíficamente en mi proclamación".